El envejecimiento prematuro tiene un origen que se puede cambiar desde dentro con buenos hábitos alimenticios, rutinas de belleza constantes y una hidratación adecuada.
Los temidos radicales libres son los causantes de que la gente represente más edad de la que en realidad tiene.
Esto se debe a la aceleración de los mecanismos de oxidación del organismo, que se traduce en piel apagada y con pronunciadas líneas de expresión.
"Este tipo de agentes son moléculas que producen daño celular al interactuar con las principales biomoléculas del organismo", explica la doctora Rossana Llergo, vicepresidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología.
La especialista identifica hábitos que favorecen su aparición como el exceso en el consumo de calorías, contaminación, exposición a la radiación ultravioleta, desvelos constantes, la exposición al humo del cigarro y fumar.
Esté último es un hábito de los más dañinos por las sustancias tóxicas contenidas en el cigarro, las cuales actúan como oxidantes para el cuerpo. Esas mismas sustancias son las causantes de que los micronutrientes antioxidantes que las pueden combatir, como las vitaminas y los minerales, no sean aprovechados en su totalidad.
Los radicales libres se combaten con vitaminas, cuya función es la frenar las reacciones químicas que se desatan durante la oxidación celular, y con ello evitar el envejecimiento prematuro.
Con sencillas acciones cotidianas se puede ayudar a la piel a desintoxicarse y a que permanezca hidratada y saludable por más tiempo, agrega la doctora.
Entre sus recomendaciones están el uso de crema facial después del baño diario, y de un dermolimpiador en las noches, mantener la hidratación con cremas adecuadas al tipo de piel, usar fotoprotector, hacer ejercicio de manera regular, consumir vegetales frescos y beber al menos litro y medio de agua natural diariamente.