El verdadero reto de la pastelería contemporánea es que sabor y presentación sean igual de buenos. La conquista se da a través de la vista para después sorprender con el primer bocado. Flores de azúcar y vetas del mármol, cualquier objeto o textura puede tener su par en azúcar y pastel.
Para conseguirlo hacen falta creatividad y buena sazón. "Estructura, temperatura y gravedad entran en juego para replicar las formas exactas", afirma Lineth Javier, quien se define como cake artist.
Es contadora y mercadóloga, pero decidió probar suerte en lo que verdaderamente la apasiona: hacer flores de azúcar y pasteles. Para ello se inspiró en las creaciones de Maggie Austin y Ron Ben-Israel. Viajó a París y Florencia, lugares en los que aprendió técnicas para perfeccionar texturas, formas y colores.
Asegura que hacer un encaje de azúcar, reproducir a detalle un vestido de novia o las características vetas del mármol son labores que requieren paciencia y dedicación.
"Son tributos efímeros y exclusivos para festejar una ocasión especial, es un trabajo artesanal que se aprecia en el nivel de precisión y la calidad de los ingredientes para conseguir un buen sabor", explica.
Por ello abre Sugar Blush, su primer showroom en la Ciudad de México, y en tres meses más inicia operaciones en la sucursal de Montreal en Canadá. Se caracteriza por ofrecer trato personalizado y adecuarse a las peticiones de los clientes. Los interesados en comprar un pastel pueden degustar los cinco sabores que ofrece, maridados con infusiones de frutas o cacao, y conversar sobre la forma de su pastel.
Sugar Blush
Monte Ararat 720, colonia Lomas de Chapultepec
"Todas las celebraciones y aniversarios pueden tener un momento para recordar, nos esmeramos para que en esos recuerdos se incluyan en el pastel; la mayoría de los que nos piden son para boda", comparte.
Tiene varios sabores a elegir, entre los que destacan mexican tribute -con chocolate, chile y mousse de canela- y pink velvet -que sabe a champaña y orquídeas-.
"El café es un buen acompañante, pero frutos y especias ofrecen un abanico de sabor que sorprende, por ello también recomendamos las infusiones", explica.
Sólo se hacen pasteles sobre pedido, hay decoraciones básicas que parten de los mil 500 y pueden llegar hasta 10 mil pesos, todo depende de la forma y el tamaño.