La producción mundial de vino se recuperó en 2018 y llegó a su nivel más alto en 15 años, lo que podría brindar alivio a los consumidores luego de que el mal tiempo redujera el volumen del año anterior a un mínimo en más de dos décadas y elevara los precios.
La cantidad de vino producido aumentó en 17 por ciento, hasta el equivalente a unos 39 mil millones de botellas, señaló este jueves la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), con sede en París.
La producción superó lo proyectado por el grupo en octubre, con volúmenes que sorprendieron al alza en Italia, Francia y España.
Italia se mantuvo como mayor productor mundial en 2018 y su producción se disparó un 29 por ciento.
Las principales naciones vinícolas europeas tuvieron condiciones meteorológicas muy buenas para las uvas, "a diferencia de 2017, que acumuló condiciones desfavorables durante la temporada de producción", explicó la OIV.
La caída productiva en 2017 se tradujo en precios más altos el año pasado, según Pau Roca, director general de la OIV. El valor de las exportaciones mundiales de vino aumentó 1.2 por ciento a 31 mil millones de euros (35 mil millones de dólares) en 2018.
El área mundial de viñedos mostró poca variación en la temporada pasada y la siembra en China e Italia compensó las vides arrancadas en Estados Unidos y Argentina.
Algunos viñedos de California resultaron dañados debido a una sequía que obligó a los agricultores a priorizar cultivos de mayor rendimiento, como las almendras, consignó la corredora internacional de vinos Ciatti.
Los productores del hemisferio sur han tenido un comienzo menos favorable en 2019 y se espera que los volúmenes disminuyan en Argentina, Chile, Australia y Sudáfrica, añadió la OIV.
Como algunos países se encuentran en medio de la recolección de uvas, las perspectivas se basan en estimaciones iniciales, aunque está claro que la producción de la región "no es exactamente buena", precisó Roca.