Buena Vida

Un paseo por la historia de los bares del Londres literario

Imagina un recorrido que permite a los turistas visitar los pubs preferidos de personajes legendarios como Dylan Thomas, George Orwell, T.S. Elliott y Virginia Woolf.

LONDRES, Inglaterra.- Un barman le pregunta a Gavin Smith si quiere una cerveza ale con suave sabor a cítricos o una cerveza rubia tipo Kolsch en el Newman Arms, un pub de Londres que data de 1730. Este residente de Liphook, Inglaterra, de 47 años, pide su trago y luego se sienta en el lugar donde George Orwell bebía sus cervezas favoritas, según se cuenta.

El pub Proles de su novela 1984 se basa en el Newman Arms. También figura en la novela Que no muera la aspidistra. Sentado en la mesa de Orwell, Smith cierra los ojos y trata de absorber la energía que pueda quedar de su escritor favorito. "Quiero llevarme todo lo que pueda", dijo Smith.

Apenas termina su trago, Smith reanuda la visita guiada que saca a la luz historias similares sobre los locales de Londres donde renombrados novelistas y poetas bebían y hablaban de literatura.

El 'Paseo por los Pubs Literarios de Londres' es un recorrido muy popular que permite a los turistas visitar los bares preferidos de escritores legendarios, permite a los amantes de la literatura pararse donde el autor de La naranja mecánica Anthony Burgess y su esposa observaron cómo una pandilla destruía el pub Duke of York y caminar por las calles donde Virginia Woolf combatía sus demonios.

Los participantes escucharán historias acerca de cómo el poeta Dylan Thomas le propuso matrimonio a su esposa en un pub y T.S. Elliott bebía en otros. Podrán asimismo tomar un trago en el sitio donde un deprimido Karl Marx bebió una cerveza en el exilio antes de empezar a escribir su crítica al capitalismo El Capital. Trabajadores del mundo... tómense un trago.

El paseo es organizado por escritores y actores ingleses. Durante tres horas el participante recorre el barrio Fitzrovia de Londres y llega al Soho en Westminster, con paradas en la oficina de sir Paul MacCarnery y en el estudio donde grababa Amy Winehouse.

A veces los turistas son guiados por actores vestidos como Woolf o Charles Dickens. Otras, los más afortunados son escoltados por Nick Hennegan, un talentoso y divertido escritor que ha hecho adaptaciones modernas de Shakespeare. La más reciente reinterpreta Romeo y Julieta usando hip hop y familias de clubes de futbol rivales.

Los escritores comenzaron estas visitas en 2012 para aprovechar los Juegos Olímpicos de Londres, pero inicialmente no despertaron mucho interés. No obstante, Hennegan dice que con el correr del tiempo el tour se hizo popular y ahora se agotan los tickets.

"No usamos agencias de viaje ni nada de eso", expresó Hennegan, quien también tiene un podcast literario. "Somos simplemente escritores y actores que complementan sus ingresos".

Usando una tableta y su memoria, Hennegan comenzó el recorrido en The Wheatsheaf, un pub tradicional que alguna vez frecuentaron Orwell, Burgess y Thomas. Arrancó con un paseo por pubs populares mientras los turistas lo escuchaban y bebían una cerveza mediterránea llamada Estrella Damm o una Hop House 13, una cerveza rubia hecha con cebada irlandesa.

De allí fueron a la Taverna Fitzroy, propiedad de la cervecera Samuel Smith, y luego a The French House, un bar de mala muerte donde el general Charles de Gaulle hizo un apasionado discurso ante un grupo de exiliados mientras los alemanes ocupaban Francia.

Algunos turistas solo quieren emborracharse, según Hennegan. "Pero esa no es la idea. Para disfrutar realmente el tour, hay que escuchar las historias y luego tomarse un trago".

Hay paseos similares en Nueva York, Dublin y Edinburgo.

El último pub visitado fue el Norman's Coach and Horses, frecuentado en el siglo 20 por periodistas y los Beatles.

Comenté que mi tío y mi abuelo de mi tío Ernest Eguía y mi abuelo Carlos Contreras habían estado en un pub como ese antes de partir hacia Alemania. El pianista me escuchó y comenzó a tocar 'We'll Meet Again', tema de 1939 que hizo famoso la cantante Vera Lynn.

"Tu abuelo seguramente conocía esta canción", me dijo Fiona Wallace, de Birmingham, Inglaterra. Tenía razón. Nuestra familia seguramente conocía la versión de 1942 de Peggy Lee y Benny Goodman.

Me imagino a Ernest y Carlos cantando el tema ("sé que nos volveremos a ver en un día soleado") en un pub lleno de extraños. Sé que los dos estaban asustados, lejos de casa.

Hennegan me acerca un trago. Me dice, "Cheers!" (¡salud!).

También lee: