Nadie puede salir de viaje sin una buena maleta que solucione complicaciones de espacio, facilidad de traslado y resistencia. La variedad de modelos satisfacen casi a cualquier persona, la clave está en elegir el tamaño adecuado para los días de traslado, así como el tipo y número de compartimentos para encontrar la ropa con facilidad.
La tecnología funge como una aliada porque hay opciones como la de Fendi de aluminio para asegurar durabilidad, o la línea Eco-lite de Samsung, cuya tela está hecha de botellas de plástico. Una buena maleta es la que no se hace notar durante el viaje; antes de salir verifique que esté en buen estado para evitar descomposturas difíciles de arreglar.
Maleta de cabina
Es la que no se documenta. Regularmente les caben hasta cinco cambios de ropa. Verifique que tenga compartimentos en ambas caras para localizar sus prendas con mayor facilidad. Evite llevar envases grandes con líquidos porque no le dejarán subirlos, prefiera los tamaños de viaje para transportar artículos de aseo personal.
Mediana
Se documenta como equipaje. Son ideales para llevar ropa de 8a 14 días. Llegan a medir hasta 70 centímetros. Por el peso es mejor elegir las opciones con ruedas y manijas resistentes.
Grande
Para viajes de más de tres semanas. Es importante elegir el material correcto por el peso que trasladará, las rígidas están hechas de policarbonato, son resistentes al agua, se ensucian menos y son las que tienen menos riesgo de deformarse. También hay de poliéster y nylon, diseñadas para aguantar el peso.
Antes de salir
Evita el negro, es el color más usado y una de las causas del equivoco de equipaje.
Agrega un distintivo como una calcomanía o un listón en la manija.
Verifica que ruedas, cierres y manijas funcionen bien.
Usar, idealmente, sólo una maleta por viaje.
No llenar hasta su máxima capacidad.