El cierre de Centro Coyoacán fue un duro golpe en la nostalgia de los capitalinos, especialmente para quienes viven en la zona sur, pues representaba uno de los puntos tradicionales de comercio y convivencia.
Sin embargo, aún es posible disfrutar de otros centros comerciales con mucha historia dentro de la capital del país, entre ellos el primero que fue construido a finales de la década de 1960.
Se trata de Plaza Universidad, ubicada sobre Avenida Universidad en la colonia Santa Cruz Atoyac, alcaldía Benito Juárez, que actualmente cuenta con 87 tiendas y que hace dos décadas fue modernizada para no perder la carrera contra los nuevos y modernos centros comerciales.
Inaugurada en 1969, Plaza Universidad a través de la asociación entre Sears Roebuck de México y el arquitecto Juan Sordo Madaleno, siendo un concepto completamente nuevo en el país.
¿Por qué surgió Plaza Universidad?
Durante al menos 200 años, el centro neurálgico para la actividad comercial en el entonces Distrito Federal fue el Centro Histórico; sin embargo, para mediados del Siglo XX, el rápido crecimiento de la urbe y de la población, así como de la clase media, llevaron a buscar la descentralización, y para eso surgieron las plazas comerciales en la periferia de la capital.
“Este centro constituirá el descongestionamiento de las actividades comerciales en el primer cuadro de la ciudad. Estos centros desplazan el comercio a diversos rumbos y la descentralización de actividades es buena en todas las partes del mundo”, dijo el regente del DF de la época, Alfonso Corona del Rosal, retomado por la Revista de la Universidad de México.
La tienda principal del nuevo centro comercial fue Sears, y posteriormente llegaron más locales de ropa, restaurantes y cines.
Las características de un centro comercial
El arquitecto Juan Sordo Madaleno impulsó un diseño con un espacio abierto y escalonado, con fuentes y plantas en medio de la construcción, lo cual le daba el nombre de plaza.
Además de lugares para el intercambio comercial, las plazas surgieron como una necesidad de brindar a la población de clase media un sitio donde reunirse para platicar o convivir en familia.
De acuerdo con la editora y periodista Julieta García González, estas características de las plazas comerciales fueron adoptadas de los ‘malls’ de Estados Unidos, impulsadas por el arquitecto austriaco Víctor Gruen.
“El ‘Efecto Gruen’ es esa sensación que posee a los visitantes de una plaza comercial de grandes dimensiones: no se sabe bien si es de día o de noche, si se está andando en círculos o cuántas horas han pasado desde el arribo. Son lugares cerrados, con clima controlado; hay música de fondo o ruido blanco; la iluminación artificial se mantiene estable, sin que la afecten los cambios externos; hay lugares para comer e instalaciones sanitarias. Se bastan a sí mismos, pues”, escribió Julieta García para la Revista de la Universidad de México.
Con el paso del tiempo, los centros comerciales se fueron modernizando, incluida Plaza Universidad, que actualmente cuenta hasta con un centro de juegos abierto las 24 horas.
Posterior a la inauguración de Plaza Universidad, llegarían otros centros comerciales al Valle de México, como Plaza Satélite en 1971, y Perisur en 1981, ambas obras de Juan Sordo Madaleno, así como las de la cadena Multiplazas que abrió en la década de los 70 tres sedes en el Estado de México y el DF.