La Ciudad de México llega a la Semana Santa con una de sus crisis de agua más grandes en los últimos años, ya que el Sistema Cutzamala está en uno de sus niveles más bajos y las autoridades de la capital del país y el Estados de México dijeron que reducirían el caudal de suministro para uso doméstico.
Además, la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) implementaorn un programa de bombardeo de nubes con la finalidad de estimular la lluvia y con ello mitigar la sequía que se vive en el Valle de México, ya que esperan que las precipitaciones aumenten el nivel de las principales presas de agua que abastecen a los habitantes de la región.
Por la crisis y con la finalidad de que las personas no malgasten su suministro, existen lugares del país en los que hay sanciones por desperdiciar el agua, y la Ciudad de México tiene medidas para ello, incluso en Semana Santa.
Crisis de agua en CDMX: ¿Hay sanciones por usar albercas inflables?
Mojarse en Semana Santa es una de las tradiciones más comúnes, específicamente en el Sábado de Gloria; sin embargo, esto puede interpretarse como el desperdicio de agua.
En el Sábado de Gloria es común que se instalen albercas inflables, o que las familias se mojen a cubetazos y con globos, por lo que existe la duda sobre si dichas acciones son sancionables.
De acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, en su artículo 29, se considera una infracción para el entorno urbano el “desperdiciar agua” o utilizar indebidamente los hidrantes públicos implica sanciones de 100 a 300 veces la UMA (Unidad de Medida y Actualización).
Lo anterior equivale a sanciones de entre 10 mil 374 y 31 mil 122 pesos, dependiendo del tamaño de la infracción. Sin embargo, esta ley no señala como “falta” el usar albercas inflabes para bañarse. Además, si estás dentro de tu casa es difícil que exista un reporte en tu contra por usarlas.
La tradición de mojarse en Sábado de Gloria surge en la Edad Media, cuando la iglesia católica ordenaba la cancelación de actividades durante la cuaresma, como el no bañarse en Semana Santa, por lo que al llegar el sábado, las personas solían aventarse agua con la creencia de purificar su alma y lavar sus pecados.