Hace más de una década, grupos de la delincuencia organizada nacieron, crecieron y se apoderaron de las calles y negocios de la Ciudad de México.
Pese al discurso oficial dominante que aseguraba que la capital del país estaba libre de los cárteles y células delictivas dedicadas al narcotráfico, hubo hechos que dieron señales y alertas suficientes para asegurar que la violencia en otros estados se había trasladado al centro de México.
Empezó en 2010, cuando el jefe de sicarios de los Beltrán Leyva, Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, llega a la CDMX y reúne a las familias de Tepito dedicadas al narcomenudeo.
Valdez, quien sería capturado en ese mismo año, alentó a los criminales de bajo rango a formar un grupo delictivo, que más tarde se convertiría en el más sanguinario de la región: La Unión Tepito.
La Barbie fue una de los rostros de la nueva generación de narcos, que alternaba la violencia con la opulencia y la ostentación. Su detención en los límites de la CDMX y Estado de México terminó con el mito de que la capital estaba exenta del mapa criminal.
Grupos criminales en CDMX
De acuerdo con un informe de la Sedena 2021, en las 16 alcaldías se encuentran asentados 13 grupos criminales: Unión Tepito, Fuerza Anti Unión, Los Rodolfos, Cartel de Tláhuac, C.J.N.G., Los Rodolfos, Los Canchola, Ronda 88, Güero Fresa, Los Molina, Los Maceros, Los Tanzanios, El Maestrin y Juan Balta.
Actualmente, la Unión Tepito, liderada por Eduardo Ramírez Tiburcio, El Chori, es señalado como principal generador de violencia.
Las demarcaciones más violentas son Iztapalapa, GAM., A. Obregón, Tlalpan, V. Carranza y Cuauhtémoc.