Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertaron por la presencia de altos niveles de contaminación en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) en el marco de la tercera onda de calor en el país.
Las temperaturas extremas que se han registrado en los últimos días favorecen la formación de ozono, además de ser desfavorables para la dispersión de los contaminantes, informó la UNAM a través del Instituto de Ciencias de la Atmosfera y Cambio Climático.
“La influencia del aumento de la temperatura ambiente que, además de incrementar la emisión de COV, tanto de origen antropogénico como biogénico, favorece la rapidez con la que se desarrollan las reacciones fotoquímicas productoras de ozono. Estudios recientes para la CDMX muestran un incremento de aproximadamente 6 ppb por grado Celsius”, detalló la dependencia a través de un comunicado.
Además de las altas temperaturas, los incendios forestales y agrícolas también contribuyen al aumento en la concentración de partículas y gases precursores de ozono.
¿Qué produce la contaminación en la ZMVM?
Químicos como los óxidos de nitrógeno (NOx y NO2), los compuestos orgánicos volátiles (COV), el metano (CH4) y el monóxido de carbono (CO) son los principales precursores de ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México, los cuales tienen distintas capacidades para formar ozono.
“El ozono a nivel de superficie se forma a partir de las emisiones de sus precursores, emitidos por la volatilización de gasolinas, solventes e incluso fugas de gas LP, y que, bajo la influencia de la luz solar y reacciones fotoquímicas, llevan a la formación del ozono y otros contaminantes”, detalló la dependencia.
¿Cuándo bajarán los niveles de contaminación?
La mala calidad del aire solo cambiará cuando inicie la temporada de lluvias, que ocurre generalmente en la segunda quincena de mayo.
La UNAM señaló que para este año, las altas temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico tropical, sugieren que la temporada de lluvias en mayo, junio, julio y agosto será mejor que la del 2023, mientras que para septiembre y octubre las precipitaciones se verán favorecida por la transición hacia una condición de La Niña, que favorece la formación y desarrollo de ciclones tropicales en el Caribe.