¿Has notado que en estos días ha llovido de forma más frecuente e intensa en la Ciudad de México?, ¿te preguntas por qué la zona sur de la capital ha sido uno de los lugares más afectados por las inundaciones? Pues estas interrogantes tienen una explicación científica.
Las fuertes lluvias en septiembre no han dado tregua y siguen azotando al Valle de México, al grado de dejar ríos de agua y lodo en las calles, árboles caídos e incluso provocando el desgajamiento de cerros y tragedias como las vividas en Jilotzingo y Naucalpan, en el Estado de México.
Dichas precipitaciones han sido constantes, además de que se han ido sumando los anuncios diarios relacionados con lluvias torrenciales y tormentas eléctricas, registrando una caída de agua de 150 a 250 mililitros de agua en tan solo 24 horas.
Los inusuales aguaceros también han ocasionado que las autoridades capitalinas activen las alertas por lluvias. Por ejemplo, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil ha emitido cinco amarillas (la clasificación más baja en su Semáforo de Alerta), dos naranjas y dos púrpuras.
Este último color es considerado el grado más alto del semáforo, el cual solo se activa en casos de persistencia de lluvias fuertes y el alto riesgo de inundaciones, deslaves, fuertes corrientes de agua, además de crecidas rápidas de ríos y arroyos.
Apenas el pasado lunes 16 de septiembre se activó la Alerta Púrpura para las alcaldías Magdalena Contreras y Tlalpan.
¿Se trata de una temporada de lluvias atípica?
En entrevista para la Gaceta UNAM, David K. Adams, investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), indicó que, para definir si una temporada de lluvias es inusual, es necesario comparar muchas décadas de datos con el presente.
“El clima cambia con el tiempo y hay mucha variabilidad; lo llamamos interanual: cada año es un poquito diferente del anterior”, explicó el experto.
Con respecto a las potentes lluvias de este año, el especialista aventuró a decir que éstas sí han sido distintas, pero advirtió que es indispensable esperar al final de la temporada para recopilar toda la información necesaria y así poder definirlas con mayo precisión.
Por lo pronto, explicó que “este año en particular tardó un poco más para comenzar a llover con más frecuencia.” y destacó que “lo interesante o diferente es la continuidad, particularmente del lado sur de Ciudad de México.”
“Un día tras otro, tras otro. Está lloviendo por la tarde y esto sí es un poco diferente. Generalmente llueve dos semanas, 10 días, y luego se detiene unos días y comienza de nuevo.”, abundó.
¿Seguirá lloviendo en el Valle de México?
Adams planteó que el país está pasando por “lo que se llama condiciones de ‘El Niño y La Niña’ neutrales, lo cual puede afectar regionalmente o hasta en todo el país, donde llueve con más frecuencia y más intensidad”.
Según explicó el investigador, la temperatura del Golfo de México y cerca del Caribe es un poco más alta de la que suele haber en esta época de finales de agosto, comienzos de septiembre, de manera que el agua está más caliente. Lo anterior puede incrementar el vapor de agua de la atmósfera, lo que, al mismo tiempo, aumenta la cantidad de precipitación.
Dijo, además, que con el fenómeno de ‘La Niña’ es común que haya un poco más de lluvias en la región central sur.