CDMX

'Lo que no nombras no existe': El camino para reconocer a niñas y niños trans

Una iniciativa para reconocer la identidad de menores de edad trans se quedó 'a medio camino' en el Congreso de la CDMX; la diputada Paula Soto espera que esta pueda ser discutida en el próximo periodo legislativo.

Sofía Elena era una "personita" gris, triste, que no sonreía en las fotografías. Ahora es alegre, canta y baila. "Si me preguntas por qué necesitamos un acta de nacimiento nueva, es porque lo que no nombras no existe, así de sencillo", afirmó en entrevista Fernanda, madre de la niña transgénero.

Fernanda y Manuel son padres de Sofía Elena, que desde sus primeros años manifestó no identificarse con su sexo biológico y, aproximadamente a los siete años de edad, dio el salto para dejar atrás su dead name ("nombre muerto", o nombre legal, como lo llaman Fernanda y Manuel) de varón para iniciar su transición.

A los 11 años de edad, Sofía Elena ya se vive a sí misma como una niña, explicaron sus padres, pues viste, se peina y juega de acuerdo con su género autopercibido. En la lista de asistencia de la escuela, así como en la credencial escolar, aparece el nombre que ella eligió (en honor a Elena de Ávalor, una princesa Disney), pero esto no es suficiente, apunta Fernanda, porque la niña saldrá pronto de la primaria y su certificado de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tendrá plasmado aún su nombre legal, al igual que su acta de nacimiento, con el cual ya no se identifica.

Los padres contaron que, a temprana edad, la menor tenía problemas de comportamiento en la escuela e incluso en casa, pues se quitaba las camisas alegando que "le lastimaban", lo que sus padres interpretaban como posibles alergias, entre otras situaciones (como evitar los baños) que no comprendieron como un rechazo de su identidad.

En este camino, la menor confesó a su hermana mayor: "Mis papás no se dan cuenta de que yo soy una niña". A partir de esta afirmación, conocida primero por Fernanda y después por Manuel, los padres realizaron sus primeras búsquedas en internet para comprender a su hija, pero había un obstáculo: "solo había información con casos en Argentina, en España, en Estados Unidos", pero sí lograron localizar a una familia que los orientó y les recomendó un especialista.

En el proceso, Manuel y Fernanda fundaron TransInfancias, una red cuya misión es informar sobre la situación de niños, niñas y adolescentes (NNA) transgénero y orientar a quienes lo necesitan.

Las iniciativas para reconocerles: abriendo el camino

El tema del reconocimiento a las infancias trans comenzó a abrirse paso a través del Congreso de la Ciudad de México, por medio de las iniciativas presentadas por separado por dos diputados de Morena: Temístocles Villanueva y Paula Soto.

El 27 de febrero de 2019, el primer Parlamento de Mujeres presentó una iniciativa para reconocer la identidad de los menores transgénero. Esta fue aprobada el 24 de abril y presentada a la diputada Paula Soto, que lidera la Comisión de Igualdad de Género. Casi a la par, el 30 de abril de 2019, Villanueva presentó ante el Pleno del Congreso local su iniciativa.

Las propuestas de Soto y Villanueva fueron discutidas en conjunto el 14 de noviembre de 2019 en comisiones unidas del Congreso capitalino; esta fue aprobada el mismo día, pero no ha pasado todavía al Pleno para su discusión.

De acuerdo con un boletín del Congreso, las reformas protegen "el derecho a la libre determinación y expresión de la identidad de género y (permite) a niñas, niños y adolescentes promover un acta de nacimiento de reasignación de género, para reconocer los derechos de autonomía personal y de identidad".

Tania y Luis: una iniciativa para todas y todos

La abogada Tania Morales es madre de un adolescente trans de 16 años de edad. En 2017, Luis reveló a su madre que él era un hombre y no una mujer. Ese año, Tania fundó la Asociación por las Infancias Transgénero, la cual brinda acompañamiento legal y social sobre estos procesos.

"En 2018 empecé a buscar cómo hacer el cambio de acta de nacimiento y ahí fue donde conocí cuál era el procedimiento para personas menores de 18 años. Ahí me di cuenta que era algo terrible por lo que mi hijo no iba a pasar", explicó en entrevista.

Actualmente, los niños pueden acceder al cambio de nombre y género en sus actas de nacimiento, es una posibilidad, afirmó la diputada Soto, pero con una condición: tiene que ser ante un juez que solicitará al menos dos exámenes psicológicos del menor y las familias tendrían que contratar abogados, además de someterse a un juicio.

Luego de que Morales solicitara al Registro Civil el cambio del acta de nacimiento de su hijo menor de edad y de que este la rechazara alegando que siguiera el procedimiento (el cual incluye un juicio), la abogada redactó un amparo en el que fundamentó que el derecho a la identidad de género está incluido en el derecho a la identidad de cualquier persona, y que este inicia desde el nacimiento, no cuando se cumple la mayoría de edad.

Dicho amparo dio a Luis la oportunidad de acudir a un registro civil, poco antes de cumplir los 16 años, para solicitar el levantamiento de una nueva acta. El tiempo en que solicitó y le fue entregado el documento fue de 7 días y tuvo un costo de 70 pesos, mientras que un juicio pudo haber costado hasta 250 mil pesos, puntualizó Morales.

A través de su asociación, la abogada hizo público el amparo que utilizó con su hijo Luis para que otras familias puedan utilizarlo.

Fue a finales de 2018 que Tania Morales vio la convocatoria del primer Parlamento de Mujeres y decidió entrar en este, para desde ahí impulsar el reconocimiento del derecho a la identidad de los menores de edad trans.

¿Reconocer a los NNA trans?

Actualmente, el Código Civil reconoce la identidad de género de las personas mayores de edad con el cambio de acta de nacimiento; no obstante, niñas, niños y adolescentes transgénero siguen siendo "vulnerados y discriminados por cuestión de su edad", se lee en la justificación de las iniciativas tanto de Villanueva como de Soto.

Según el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred), "especialistas señalan que la identidad de género se desarrolla entre los 18 meses y los tres años de edad, por lo tanto el marcar los 18 años como edad mínima para acceder al derecho del cambio de acta de nacimiento por la vía administrativa, y en cambio se realice por vía judicial, no permite garantizar el derecho a la identidad para todas las personas".

En tanto, algunos diputados se han dicho en contra de la iniciativa debido a que consideran que los menores no tienen la edad para decidir sobre su propia identidad de género.

"Lo que ellos argumentan es que una niña o niño no sabe quién es por ser menor de edad. Hay una confusión: no es lo que yo quiera ser, es lo que soy. Estamos hablando de lo que una persona es y cómo se identifica, cómo se autodefine. No es lo que se les antoja ser, es lo que son. Cuando un diputado argumenta que una niña o niño no puede decidir sobre lo que es, me parece que está violentando todos los derechos de las niñas y niños que están garantizados en la Constitución", aseguró Soto.

¿Qué cambiaría?

Las propuestas hechas para el cambio de acta en el caso de los menores apuntan que estos deben acudir en compañía de las dos personas que lo tutelan, es decir, ambos padres o tutores.

No obstante las comisiones unidas proponen una modificación en el texto del Artículo 135 Quarter del Código para que los NNA puedan solicitar el levantamiento de una nueva acta de nacimiento que reconozca su género autopercibido en compañía de por lo menos una de las personas que ejerza la patria potestad sobre ellas, es decir, la madre o el padre pueden acudir con ellos, ya no sería necesario que ambos estén de acuerdo.

Además, se eliminarían todos los trámites que tengan que ver con juicios y amparos

¿Qué sigue para la iniciativa que les reconoce?

Sin embargo, Tania Morales aclaró que la iniciativa no lo es todo, pues se requieren todavía procesos que no permitan la discriminación a las personas trans en espacios como las escuelas y los centros de salud. Por ejemplo, si bien su hijo se percibe y se vive bajo una identidad masculina, es un hombre con vulva y matriz, por lo que sus consultas médicas tendrán que ir en este sentido.

Sofía Elena también ha tenido experiencias de este tipo, cuenta Fernanda. "Hubo maestros que no entendieron o que aun habiéndoles dicho que le tenían que decir de cierta manera, le decían: 'oye, ¿que tú dices que tenemos que decirte por este nombre?" y se referían a ella con su nombre legal.

Fernanda cuenta que vivieron una situación molesta en un aeropuerto debido a que los documentos de la menor trans no concordaban con su apariencia o que, en una cita en un hospital público, a pesar de haber acordado con el personal médico que Sofía Elena sería llamada por ese nombre, esto no ocurría, por lo que debían enfrentarse a miradas y cuestionamientos.

La iniciativa no pudo llevarse al Pleno del Congreso capitalino en 2019, pese a que padres de familia de organizaciones a favor de los derechos de los menores trans solicitaron que se discutiera el último día de sesiones de ese periodo legislativo.

La diputada Soto indicó que el tema debe ser discutido en el Pleno debido a que ya fue aprobado en comisiones, y que aunque no sabe cuándo podrá llevarse a la discusión, espera que esto suceda en febrero, cuando reinicia el periodo parlamentario.

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