Un antiguo coronavirus, o un patógeno muy parecido, desencadenó una epidemia entre los antepasados de los asiáticos orientales hace aproximadamente 25 mil años, de acuerdo con un estudio preliminar.
El análisis del ADN de más de dos mil personas muestra que los cambios genéticos en respuesta a esa epidemia persistente se acumularon durante los próximos 20 mil años.
“Una costosa carrera con un coronavirus antiguo, o con un virus diferente que usó interacciones similares a las de los coronavirus con huéspedes humanos, puede haber tenido lugar en poblaciones ancestrales del este de Asia”, señala la investigación.
El hallazgo plantea la posibilidad de que algunos asiáticos del este hayan heredado adaptaciones biológicas a los coronavirus o virus similares. También abre el camino para explorar cómo los genes vinculados a antiguas epidemias virales pueden contribuir a los brotes de enfermedades modernas, como la pandemia de COVID-19.
Los científicos -según una nota del sitio web ScienceNews- consultaron una base de datos de ADN disponible públicamente de dos mil 504 personas de 26 poblaciones étnicas en los cinco continentes, incluidos los dai chinos, los kinh vietnamitas y los yoruba africanos.
El equipo se centró primero en 420 proteínas que se sabe que interactúan con los coronavirus, incluidas 332 que interactúan con el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Estas interacciones pueden aumentar las respuestas inmunitarias o facilitar que un virus se apropie de una célula.
La producción sustancialmente aumentada de las 420 proteínas, un signo de exposiciones pasadas a epidemias similares al coronavirus, apareció solo en los asiáticos orientales. El grupo de investigadores rastreó las respuestas virales de 42 de esas proteínas hasta hace aproximadamente 25 mil años.