Ciencia

El fenómeno de ‘El Niño’ se pondrá peor… se vienen tormentas e inundaciones

Un estudio publicado por la Revista Nature señala que el impacto del fenómeno natural podría desplazarse hacia zonas impensables.

Derivado del cambio climático, el fenómeno de El Niño podría acentuarse más en los siguientes años. (Shutterstock)

El calentamiento global sigue afectando a las condiciones climáticas del planeta y de todos los fenómenos naturales existentes, ya que la emisión de gases, incendios forestales y contaminación han provocado que ocurran desastres naturales en lugares que nunca se había pensado.

La Revista Nature publicó un estudio titulado ‘Changing El Niño–Southern Oscillation in a warming climate’, en el que se aprecia que el llamado fenómeno de ‘El Niño – Oscilación del Sur (ENOS) podría tener alteraciones en un futuro próximo a consecuencia del calentamiento global.

Para dar a entender el impacto que podría generarse en los siguientes años, es necesario revisar en qué consiste dicho fenómeno.

El Niño – Oscilación Sur es un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical. En periodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una franja del Océano Pacífico tropical se calientan entre uno y tres grados Celsius, en comparación de lo normal.

Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento afectando directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales, generando una fuerte influencia sobre el clima en otras partes del mundo.

El Niño y La Niña son las fases extremas del ciclo ENOS. La fase cálida de El Niño suele durar aproximadamente entre 8 a 10 meses. El ciclo ENOS entero dura generalmente entre 3 y 7 años, y con frecuencia incluye una fase ‘fría’ (La Niña), que puede ser igualmente fuerte.

Una vez desarrollado, El Niño y La Niña producen cambios importantes en las temperaturas estacionales y en los patrones de precipitación en muchas regiones diferentes del mundo, incluso las que están alejadas del Océano Pacífico ecuatorial. Estos cambios se conocen como teleconexiones.

Las teleconexiones ocurren porque la lluvia, que se asocia con las temperaturas superficiales del mar en los trópicos, afecta a los patrones de viento en la atmósfera. En los trópicos, el aire que se eleva para formar nubes y precipitación en un lugar determinado debe moverse hacia otro lugar, para llevar humedad a otra región que esté seca.

Acorde con el artículo, los modelos que se dedican a analizar el ENOS tienden a proyectar un aumento en la variabilidad futura de la temperatura de la superficie del mar, así como un desplazamiento hacia el este y la intensificación de los efectos relacionados con dicho fenómeno.

Asimismo. apunta que gracias al cambio climático, la mayoría de los modelos proyectan un calentamiento de fondo más rápido en el Pacífico ecuatorial oriental en comparación con el oeste.

Como consecuencia de lo anterior, se prevé que las lluvias ocasionadas por el El Niño en el Pacífico ecuatorial se intensifiquen y se desplacen hacia el este, lo que conducirá a una intensificación de las teleconexiones extratropicales en zonas donde no sucedía este fenómeno.

Para darnos una idea de lo que representa dicho fenómeno, Nature recordó el año de 1997 en el que El Niño tuvo un fuerte impacto en el centro y sur de América, provocando fuertes lluvias, deslaves, colapso de presas, grandes inundaciones en las ciudades costeras que destruyeron las cosechas y golpearon directamente a la economía de los países.

Esta no es la primera vez que los estudios publicados en Nature advierten sobre los posibles efectos del calentamiento global, ya que, en 2014, informó que existía una robusta tendencia al aumento en ‘Los Niños extremos’.


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