¿Existen agujeros negros con masas superiores a la de 50 soles? Sí, y científicos señalan que esto responde a que crecen junto con la expansión del universo.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Hawai’i en Mānoa, la Universidad de Chicago y la Universidad de Michigan en Ann Arbor publicaron un artículo que demuestra que las masas de agujeros negros grandes y pequeños pueden resultar de una sola vía: ganan masa a partir de la expansión del propio universo.
La NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, en español) describe a un agujero negro como un objeto astronómico con una fuerza gravitatoria tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de él.
Las dos clases principales a estudiar son aquellos de masa estelar y los supermasivos. Son los de masa estelar, de tres a docenas de veces la masa del Sol, los que se extienden por la Vía Láctea, mientras que los supermasivos que pesan entre 100 mil a milles de millones de masas solares se encuentran en los centros de la mayoría de las galaxias grandes.
En esta investigación, publicada en Astrophysical Journal Letters, se simuló el nacimiento, la vida y la muerte de millones de pares de estrellas grandes. Aquellos pares en los que ambas estrellas murieron para la formación de agujeros negros se relacionaron con el tamaño del universo.
En ese sentido, a medida que el universo continuó creciendo, las masas de estos también aumentaron.
Aunque no hay un escenario capaz de explicar la diversidad de fusiones observadas hasta ahora, este artículo es uno de los primeros en hacer este apunte.
Los observatorios LIGO y Virgo, han encontrado muchos agujeros negros tan masivos como 100 soles, asimismo fusiones de agujeros negros se perciben a través de la emisión de ondas gravitacionales.
“Un agujero negro de masa estelar se forma cuando una estrella de más de 20 masas solares agota el combustible en su núcleo y colapsa bajo su propio peso”, explica la NASA.
Este colapso desencadena la explosión de una supernova.