Una de las primeras teorías científicas que se manejaron en torno a ómicron, la variante de rápida propagación en el mundo, es que tenía una carga viral superior a las variantes anteriores, convirtiéndose en la cepa dominante del SAR-CoV-2 que reemplazó a delta. Sin embargo, nuevos estudios apuntan a otros factores.
La carga viral de ómicron y delta es casi la misma, y no es la razón por la que la primera se disparó rápidamente en todo el mundo, poniendo en jaque a la comunidad científica. Es así que la alta carga viral no sería la razón del que se hayan disparado los contagios.
Dos estudios, que aún no han sido revisados por pares, han demostrado que ómicron no libera una mayor cantidad de carga viral que delta. Se está propagando a la velocidad del rayo solo porque es capaz de evadir la inmunidad, ya sea natural o generada por una vacunación anterior, de acuerdo con un artículo publicado por la revista Nature.
“Los resultados sugieren que la hipertransmisibilidad de ómicron no se deriva de la liberación de grandes cantidades de virus de personas infectadas. La mejor explicación de su propagación de su rápida propagación es su capacidad para evadir la inmunidad del SARS-CoV-2 causada por las vacunas o una infección pasada, dijo Emily Bruce, viróloga de la Universidad de Vermont.
De acuerdo con el artículo de Nature, investigaciones anteriores han insinuado que, en comparación con las infecciones anteriores en la pandemia, las de la variante delta conducen a una mayor carga viral. Esto a menudo se mide mediante una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que proporciona un índice de la cantidad de ARN viral en el cuerpo.
¿Qué es la carga viral?
La carga viral es la cantidad del virus en una persona infectada, que se puede saber por el llamado valor CT tras realizarse una prueba de PCR. Cuanto menor sea ese valor, mayor será la carga viral de acuerdo con el artículo de Nature.
Para comparar las cargas virales vinculadas al elenco en constante cambio de variantes del SARS-CoV-2, Yonatan Grad, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, en Boston, Massachusetts, y sus coautores, se basaron en datos de la Asociación Nacional de Baloncesto, la organización responsable del baloncesto profesional en América del Norte.
Los investigadores estudiaron los resultados de las pruebas de PCR en nariz y garganta recolectados de personas infectadas, y encontraron que aquellos que tenían delta tenían una carga viral ligeramente más alta que aquellos que tenían ómicron. “Realmente no esperaba ver eso”, dijo Grad.
“Naturalmente, uno pensaría que una mayor transmisibilidad debe causar una mayor carga viral”, comentó por su parte Benjamin Meyer, virólogo de la Universidad de Ginebra en Suiza.
Desde que ómicron apareció en Sudáfrica en noviembre de 2021, se ha propagado a una velocidad sin precedentes. En dos meses se ha convertido en la cepa dominante en el mundo. Según los científicos, a diferencia de delta, ómicron no afecta los pulmones, lo que lleva a una tasa de hospitalización más baja.