La NASA ha revelado este martes las primeras fotografías del telescopio espacial James Webb que despegó en una ambiciosa misión el 25 de diciembre del 2021.
El James Webb, ubicado a 1.5 millones de kilómetros, no solo es el telescopio más grande y avanzado en el espacio, sino que también ha abierto una nueva era en la astronomía y se centrará en el estudio del universo primitivo, la evolución de las galaxias, el ciclo de vida de las estrellas y la existencia y composición de otros mundos.
Entre los espectáculos que ha logrado captar este novedoso artefacto, se encuentra el del choque provocado por un brusco movimiento gravitacional de las galaxias que conforman el Quinteto de Stephan.
Esta ‘danza cósmica’ del Quinteto de Stephan es la protagonista de la imagen más grande captada por Webb hasta la fecha.
A través de su poderosa visión infrarroja y su resolución espacial extremadamente alta, Webb muestra detalles nunca antes vistos en este grupo de cinco galaxias que se encuentran entre 40 y 290 millones de años luz de distancia.
Desde cúmulos brillantes de millones de estrellas jóvenes hasta colas de barrido de gas, polvo y estrellas extraídas de varias galaxias debido a interacciones gravitatorias, han sido retratadas.
Webb incluso capturó enormes ondas de choque cuando una de las galaxias, NGC 7318B, atraviesa el cúmulo, presume la NASA en una de sus publicaciones.
Con este tipo de imágenes los científicos podrán estudiar con un grado de detalle sin precedentes cómo interactúan las galaxias entre sí y la evolución de los agujeros negros.
La NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la canadiense (CSA), cuya colaboración ha hecho realidad al James Webb, celebraron hoy un evento, liderado por la agencia estadounidense, el cual constituyó la puesta de largo del telescopio que ahora empieza su misión científica.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, fue quien parafraseó hoy a Sagan (1934-1996) al referirse a la misión del Webb, un proyecto, dijo, que “mantiene nuestra capacidad de impulsarnos hacia delante para asumir riesgos e inspirarnos. No queremos dejar de explorar el cielo”.
Las primeras observaciones del telescopio, formado por un parasol del tamaño de una cancha de tenis y un gran espejo de 18 fragmentos hexagonales bañados en oro, cuentan la historia de un universo oculto.
La capacidad de ver desde los exoplanetas vecinos hasta las galaxias más lejanas del universo primitivo, hacen del Webb una especie de máquina del tiempo que será capaz de captar la luz emitida poco antes del Big Bang.
Con información de EFE.