Científicos de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) descubrieron una enorme “ola de calor” en la atmósfera de Júpiter, justo debajo de la aurora boreal, que viaja hacia el ecuador del planeta a una gran velocidad.
Esta ola de calor, de 700 grados centígrados, tiene una extensión de 130 mil kilómetros, equivalente a 10 diámetros de la Tierra.
Este descubrimiento fue presentado por James O’Donoghue de la JAXA en el Europlanet Science Congress (EPSC) 2022.
“El año pasado produjimos los primeros mapas de la atmósfera superior de Júpiter capaces de identificar las fuentes de calor dominantes”, dijo O’Donoghue en un comunicado.
“Gracias a estos mapas, demostramos que las auroras de Júpiter eran un posible mecanismo que podría explicar estas temperaturas”.
🚨We discovered a huge 700°C heat-wave in Jupiter's high atmosphere stretching over 130,000 km (10 Earths wide)! It was blasted out from the hot polar auroras toward the equator at 2,700 km/h, after dense solar winds impacted Jupiter. Presented at #EPSC2022 planetary conference! pic.twitter.com/KsPXI2fEua
— Dr James O'Donoghue (@physicsJ) September 23, 2022
La atmósfera de Júpiter, famosa por sus característicos vórtices multicolores, también es inesperadamente caliente: de hecho, es cientos de grados más caliente de lo que predicen los modelos. Debido a su distancia orbital a millones de kilómetros del Sol, el planeta gigante recibe menos del 4 por ciento de la cantidad de luz solar en comparación con la Tierra, y su atmósfera superior teóricamente debería estar a -70 grados centígrados. En cambio, sus cimas de nubes se miden en todas partes a más de 400 grados centígrados.
Al igual que la Tierra, Júpiter experimenta auroras alrededor de sus polos como efecto del viento solar. Sin embargo, mientras que las auroras de la Tierra son transitorias y solo ocurren cuando la actividad solar es intensa, las auroras de Júpiter son permanentes y tienen una intensidad variable. Las poderosas auroras pueden calentar la región alrededor de los polos a más de 700 grados centígrados, y los vientos globales pueden redistribuir el calor alrededor de Júpiter.
La ola de calor probablemente fue provocada por un pulso de plasma de viento solar mejorado que impactó en el campo magnético de Júpiter, lo que impulsó el calentamiento de la aurora y obligó a los gases calientes a expandirse y derramarse hacia el ecuador.
“Mientras que las auroras entregan calor continuamente al resto del planeta, estos ‘eventos’ de olas de calor representan una fuente de energía significativa adicional”, agregó el Dr. O’Donoghue. “Estos hallazgos se suman a nuestro conocimiento del tiempo y el clima de la atmósfera superior de Júpiter, y son de gran ayuda para tratar de resolver el problema de la ‘crisis energética’ que afecta a la investigación de los planetas gigantes”.
¿Cómo es el clima en Júpiter?
En realidad, no podrías pasar tiempo en la superficie de Júpiter para observar el clima. Júpiter es un gigante gaseoso, lo que quiere decir que no cuenta con una superficie sólida en la que puedas estar de pie. Pero, con eso dicho, podemos observar su clima de todos modos.
Júpiter es un planeta tormentoso, famoso sobre todo por su Gran Mancha Roja. En realidad, esta mancha es una violenta tormenta que ha azotado al planeta desde hace 300 años.
Pero la Gran Mancha Roja no es la única tormenta que tiene Júpiter. Todo el planeta está cubierto por grupos de nubes que se arremolinan en lo alto de la atmósfera y que es muy probable que estén compuestas por amoníaco.