En una misión expedita, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, mejor conocida como NASA, está cerca de apuntarse otro avance. Este lunes 26 de septiembre (a las 18:00 horas, Ciudad de México), su sonda DART se prepara para estrellarse con el pequeño asteroide llamado Dimorfo.
DART lleva varios meses aparcada en una órbita alrededor de su objetivo, una piedra de aproximadamente 160 metros de diámetro, con el objetivo de ensayar un sistema que evite un impacto capaz de arrasar una ciudad entera. DART significa en inglés ‘dardo’ y es la combinación de las iniciales de Prueba de Redirección de un Asteroide Doble.
La misión, a cargo del científico Tom Statler, será la primera en la que la humanidad intente cambiar de dirección un cuerpo celeste, una prueba para evitar que nos hundamos (de nuevo) en la Edad de Piedra, como sucedió con los dinosaurios.
La Tierra cuenta con asteroides capaces de causar una catástrofe, por eso es importante que la misión resulte exitosa. La caída de uno de estos cuerpos podría provocar una destrucción similar a la de una bomba nuclear que partiría la Tierra en dos.
Hasta el momento, es imposible conocer el 60 por ciento de los asteroides que amenazan al planeta, por lo tanto resulta también difícil conocer su trayectoria.