La primera imagen de un agujero negro, capturada hace cuatro años, mostraba un objeto difuso con forma de anillo ardiente. Ahora, los científicos han utilizado la Inteligencia Artificial (IA) para dar un tratamiento de belleza a ese objeto cósmico.
La imagen actualizada, publicada el jueves en la revista Astrophysical Journal Letters, mantiene la forma original, pero con un anillo más delgado y resolución más nítida.
La imagen de 2019 permitió vislumbrar el enorme agujero negro en el centro de la galaxia M87, a 53 millones de años luz de la Tierra.
Un año luz equivale a 9.3 billones de kilómetros. La crearon por medio de datos reunidos por una red de radiotelescopios en todo el mundo que mostraban un torbellino de luz y gas.
Sin embargo, a pesar del trabajo en colaboración de tantos telescopios, quedaban brechas en los datos. En el estudio más reciente, los científicos se basaron en los mismos datos y utilizaron la IA para llenar las piezas faltantes.
La imagen resultante es similar a la original, pero con un “aro” más delgado y un centro más oscuro, dijeron los investigadores.
“Para mí, es como si lo viéramos por primera vez”, declaró la autora principal, Lia Medeiros, astrofísica del Instituto de Estudios Avanzados en Nueva Jersey.
Medeiros dijo que el equipo utilizará aprendizaje automatizado —también llamado aprendizaje de máquina— en otras imágenes de objetos celestes, posiblemente del agujero negro en el centro de nuestra Vía Láctea.
Así es el hoyo negro más cercano a la Tierra
Los astrónomos han descubierto el hoyo negro conocido más cercano a la Tierra, a sólo mil 600 años luz de distancia.
Científicos reportaron que este hoyo negro es 10 veces más grande que nuestro Sol, y está tres veces más cerca que el que se consideraba el más cercano.
Fue identificado al observar el movimiento de la estrella que lo acompaña, la cual orbita el hoyo negro a aproximadamente la misma distancia que la Tierra gira alrededor del Sol.
El hoyo negro fue identificado inicialmente usando la sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea, dijo Karim El-Badry, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian.