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¿Eres la señora o el señor de las plantas? ¿Tu entorno en los últimos años se volvió verde? Te tenemos buenas noticias, ya que tus mejores amigas emiten ciertos sonidos cuando son sometidas a estrés, lo que puede abrir la puerta a estudiar los beneficios de estas.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los especialistas están estudiando los sonidos que estas emiten bajo ciertas situaciones.
El objetivo de los científicos es comprender el alcance de estas emisiones sonoras y cómo podrían aprovecharlas para mejorar la agricultura.
El estudio reveló que las plantas experimentan cambios significativos en sus fenotipos en respuesta al estrés. Estos cambios se manifiestan en diferencias de color y forma en comparación con las plantas no estresadas.
¿Cómo se analizó el sonido de las plantas sometidas a estrés?
El equipo de investigadores descubrió que las plantas expuestas al estrés por sequía experimentan cavitación, un proceso en el que se forman burbujas de aire que se expanden y colapsan en el tejido vegetal encargado de transportar agua, sales minerales y otros nutrientes, principalmente desde la raíz. Conectando un dispositivo directamente a la planta, se pudieron registrar las vibraciones generadas por este proceso.
Asimismo, el grupo de científicos encontró que las plantas responden a los sonidos, cambiando la expresión de genes específicos o incrementando la concentración de azúcar en su néctar. Por lo tanto, si las plantas emiten sonidos en el aire, estos podrían desencadenar una respuesta rápida en organismos cercanos, incluidos animales y otras plantas.
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Las plantas registradas fueron tomate (Solanum lycopersicum) y tabaco (Nicotiana tabacum), sometidas a diferentes tratamientos: estrés por sequía, corte del tallo (antes del registro) y controles, dentro de una caja aislada acústicamente. Es importante destacar que el estudio se centró en el rango de sonido ultrasónico de 20 a 150 kHz.
Los resultados del estudio revelaron que las plantas emitían sonidos, y que aquellos sometidos a estrés por sequía o corte del tallo emitían significativamente más.
Por su parte, grabaron en el invernadero mientras monitoreaban la humedad del suelo en cada maceta. Los resultados revelaron un patrón acústico temporal claro. Las plantas emiten sonidos mínimos cuando se riegan. La cantidad de sonidos por día aumenta en los siguientes 4 a 5 días y luego disminuye a medida que la planta se seca.