El polvo del Sahara arribó a México este sábado 15 de julio, y con él se espera que las condiciones climáticas cambien ligeramente sobre la Península de Yucatán y el oriente, sur y sureste del país, ya que este inhibe la formación de ciclones tropicales provenientes del Océano Atlántico debido al viento cálido, seco y fuerte que genera.
Se espera que este permanezca en el país durante días, y que su arribo a la Península de Yucatán sea el 21 de julio para posteriormente desplazarse rumbo al norte y llegar a Estados Unidos.
Este fenómeno ocurre cada año con el final de la primavera debido a las altas temperaturas y sistemas de baja presión en el Norte de África, que provocan “desprendimientos de aire cálido y polvo” que viajan por diferentes regiones del mundo.
¿Cómo logra el polvo del Sahara viajar 10 mil kilómetros?
Que el polvo del Sahara llegue a América no es algo fuera de lo normal. Expertos explican que es algo que ocurre desde hace miles de años, y que su arribo es esencial para fertilizar los suelos del continente, especialmente los del Amazonas.
La NASA apunta que el desprendimiento de aire cálido y polvo que ocurre en la región semiárida de Sahel se mueve gracias a las tormentas que ocurren en el norte de África, lo que provoca que se impulsen por el Océano Atlántico hasta llegar al Mar Caribe.
Es así que este llega directo a América, y los beneficios al suelo se deben a los nutrientes que contiene el Polvo del Sahara como nitrógeno, fósforo y hierro, que de acuerdo con el Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico, “son importantes en la productividad terrestre y en la productividad marina”.
Datos apuntan que el polvo del Sahara restaura el fósforo y reestablece los nutrientes de bosques y selvas a lo largo del continente, principalmente el Amazonas.
Además, la NASA explica que “los restos de los organismos del Sahara muertos hace mucho tiempo proporcionan nutrientes cruciales para la flora viva del bosque lluvioso. El fósforo, que es esencial para el crecimiento de las plantas, escasea en el Amazonas. El polvo del desierto que se deposita en el bosque cada año ayuda a reducir este déficit.”
Otra de las ventajas del polvo del Sahara, además de mitigar la formación de huracanes, es que ayuda a regular las temperaturas. Sin embargo, con el cambio climático es posible que incrementen las lluvias en África en los próximos años, lo que provocaría que no se levanten las mismas toneladas de polvo y afecte el medio ambiente. Esto es algo que, de acuerdo con la NASA, también ocurrió hace 11 mil años.