El alunizaje de la misión espacial Chandrayaan-3 en el polo sur de la Luna es un éxito sin precedentes que, además de vencer un importante reto tecnológico, abre la puerta a la posibilidad de explorar el agua que se escondería en forma de hielo en esa región.
“Llegar a la Luna no es una trivialidad y aterrizar menos. Pero el polo sur es un hito sin precedentes”, dijo Xavier Barcons, director general del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Esto, debido a que el Polo Sur de la Luna nunca ha sido explorado.
Pero, ¿por qué es tan misteriosa esta zona de la Luna?
De acuerdo a la NASA, la condiciones extremas y contrastantes lo convierten en un lugar desafiante para que los terrícolas aterricen, vivan y trabajen.
En el Polo Sur lunar, el Sol se cierne por debajo o justo por encima del horizonte, creando temperaturas superiores a 54 grados centígrados durante los períodos iluminados por el sol.
Durante estos períodos de iluminación, las altas montañas proyectan sombras oscuras y los cráteres profundos protegen la oscuridad perpetua en sus abismos. Algunos de estos cráteres albergan regiones permanentemente sombreadas que no han visto la luz solar en miles de millones de años y experimentan temperaturas tan bajas como los -203 grados.
Incluso usando sensores avanzados, la combinación de terreno y condiciones de iluminación hará que sea difícil saber cómo se ve el suelo desde un vehículo que desciende al Polo Sur lunar, y algunos sistemas pueden ser vulnerables al aumento y la caída de las temperaturas.
Sin embargo, la exploración humana de esta área previamente inexplorada de la Luna presenta una oportunidad única para el descubrimiento científico.
Las características únicas de la región prometen descubrimientos científicos del espacio profundo sin precedentes que podrían ayudarnos a aprender sobre nuestro lugar en el universo y aventurarnos más lejos en el sistema solar.