Los seres humanos comenzaron a utilizar productos químicos para potenciar la capacidad de las nubes de liberar lluvia y nieve hace décadas, y la tecnología está ganando nuevo impulso a medida que el cambio climático hace que algunas regiones sean más cálidas y secas.
Si bien es popular en países como Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos, la siembra de nubes sigue siendo controvertida porque puede tener consecuencias no deseadas como demasiada lluvia o una mayor contaminación.
El debate sobre la modificación y el control del clima, también conocido como geoingeniería del planeta, se ha intensificado a medida que las tecnologías limpias y los recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero resultan insuficientes para detener el calentamiento global.
Los partidarios argumentan que abordar la crisis climática es tan urgente que no se debe dejar de lado ninguna opción, mientras que los contrarios advierten de una falta de regulación, efectos secundarios imprevistos y un retraso en la transición energética.
¿Las fuertes lluvias en Dubái se deben a la siembra de nubes?
Los aviones o los generadores terrestres estimulan las nubes existentes inyectándoles partículas de sal o yoduro de plata, que forman cristales de hielo que se condensan en lluvia o nieve, según la altitud. Según la Organización Meteorológica Mundial, la siembra puede aumentar la lluvia de una nube individual hasta en 20 por ciento en condiciones climatológicas óptimas.
Los Emiratos Árabes Unidos han utilizado la ‘siembra de nubes’ desde 2002 para abordar cuestiones de seguridad hídrica, aunque la falta de drenaje en muchas zonas puede provocar inundaciones. El Centro Nacional de Meteorología dijo que sembró nubes del 14 al 15 de abril, pero no el 16 de abril.
Una lluvia extrema inundó Dubái justo el pasado martes, provocando cancelaciones de vuelos, interrupciones del tráfico y cierres de escuelas. Algunos videos en las redes sociales mostraban automóviles siendo arrastrados fuera de las carreteras, mientras que otro mostraba el techo de una tienda derrumbándose cuando el agua inundó uno de los centros comerciales más populares de Dubái. Las interrupciones de vuelos continuaron este miércoles en el Aeropuerto Internacional de Dubái, y Emirates suspendió el check-in de pasajeros.
¿Qué tan efectiva es la siembra de nubes?
La ‘siembra de nubes’ no funciona de la nada porque los químicos deben inyectarse en las nubes existentes. Ha demostrado tener éxito cuando apunta a las nubes de lluvia en zonas montañosas; en otras palabras, cuando su objetivo es aumentar la lluvia.
Existe evidencia científica contradictoria sobre su eficacia en nubes que pueden no transportar lluvia, en regiones planas y durante sequías, y algunos investigadores sugieren que se convierte en una herramienta política en estas situaciones.
Los proyectos de siembra a largo plazo han aumentado la capa de nieve en áreas específicas sobre las montañas de Nevada en Estados Unidos en aproximadamente 10 por ciento al año, según una investigación citada por la organización sin fines de lucro Desert Research Institute. Se han informado resultados similares en Snowy Range y Sierra Madre Range en Wyoming, así como en las Snowy Mountains de Australia.
¿Cuál es la historia de la ‘siembra de nubes’?
La siembra de nubes se desarrolló durante la década de los cuarenta y se hizo popular en EU durante los 20 años siguientes cuando los agricultores, las empresas hidroeléctricas y las estaciones de esquí se beneficiaron de las precipitaciones adicionales.
Por desgracia, durante las siguientes décadas la financiación gubernamental se agotó tras las revelaciones de que Estados Unidos implementó un programa militar secreto durante la guerra de Vietnam. En 1977, Estados Unidos, Rusia, India y algunas naciones europeas firmaron la Convención sobre Modificación Ambiental que prohíbe las técnicas de modificación del clima con fines militares.
Más países están explorando la siembra de nubes a medida que el cambio climático acelerado empeora la lucha por el agua. Se utiliza en los estados del oeste de EU y en países europeos, incluidos Francia y España. China lo utiliza regularmente para irrigación y también para regular las precipitaciones en Beijing, incluso durante los Juegos Olímpicos de 2008.
¿La ‘siembra de nubes’ es peligrosa?
El uso cada vez mayor de la tecnología llevó a la formación de un equipo sobre modificación del clima dentro de la Organización Meteorológica Mundial, que advirtió en un informe de 2023 sobre la falta de conocimiento sobre los impactos de la tecnología.
Otras preocupaciones incluyen la alteración de los patrones climáticos existentes a nivel local, lo que puede provocar condiciones no deseadas, como granizadas en las zonas agrícolas. Los expertos de la OMM también advierten que sustancias químicas como el yoduro de plata son tóxicas y su uso debe ser monitoreado para detectar efectos sobre la salud y el medio ambiente.