Una nueva oleada de casos de sarampión se ha presentado en más de la mitad de Estados Unidos; para la última semana de mayo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades detectaron 940 pacientes con este virus, convirtiéndose en el brote más grande del país desde 1994.
En México, solo se ha registrado un caso: el de una turista británica que llegó a Cancún, Quintana Roo.
Ante ello, y debido a la cercanía con el territorio estadounidense, ¿debemos tomar precauciones por esta enfermedad? Te explicamos.
1. Cuando era niño me aplicaron esta vacuna. ¿Debo volver a inyectarme?
Si fuiste de los niños que recibieron la vacuna Triple Viral (compuesta para prevenir sarampión, rubéola y parotiditis), no debes preocuparte por volver a inyectarte ante este brote, explica Jesús Herrán Parra, médico del área de Medicina Interna del Hospital General 450 de Durango.
"El sarampión forma parte de la vacuna Triple Viral. Si las dosis están bien aplicadas, no te tienes que revacunar en la etapa adulta porque ya estuviste expuesto a los virus", detalla en entrevista para El Financiero.
Según el Esquema Nacional de Vacunación vigente en México, la primera dosis se aplica al año de vida y el refuerzo se da cuando los pequeños cumplen 6 años.
2. Si no me pusieron esa vacuna cuando era menor, ¿qué hago?
En caso de no haber sido inyectado contra esta enfermedad o no tuviste el refuerzo, no te asustes: aún puedes recibirla. Para ello existe la vacuna es la Doble Viral, que solo contiene los virus del sarampión y la rubéola.
Con base en las cartillas de vacunación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Doble Viral puede ser aplicada a partir de los 11 años.
Si nunca te habías protegido contra esas enfermedades, se te darán dos dosis y, si en la infancia te faltó el refuerzo, recibirás solo una inyección.
3. ¿Cuáles son los síntomas?
Herrán Parra expone que los primeros indicios de la enfermedad son: fiebre, ojos rojos, erupciones en la piel y manchas en la boca.
"El sarampión, como las demás enfermedades exantemáticas, tiene un cuadro viral tipo gripal, donde habrá ataque al estado general. Empezará con fiebre y con aparición de erupciones. Se presentan en la boca las manchas de Koplik a la altura del segundo molar, más o menos; son lesiones que se pueden extender al paladar. Es muy parecido a un cuadro de varicela", describe.
Ante ello, hay que acudir al médico inmediatamente. Aunque no hay un tratamiento específico para combatirlo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber abundantemente líquidos, procurar una buena alimentación y recibir antibióticos para tratar posibles infecciones en oídos y ojos.
4. ¿Qué medidas debo tomar si estuve en contacto con un enfermo de sarampión?
Si tus hijos, algún familiar o amigo tuyo portan este virus, el especialista comenta que las precauciones a tomar son lavarse las manos y usar cubrebocas.
"Es pertinente recordar que el sarampión se transmite por micropartículas de saliva, las cuales, las personas secretan por el simple hecho de hablar. Por ello hay que portar cubrebocas y, al estar en contacto con alguien que este enfermo, lavarse las manos", puntualiza.
5. ¿Cuál es la población más vulnerable?
Herrán Parra indica que el grupo más propenso a este padecimiento en el país es el de los niños que no han sido vacunados contra el virus.
"La población más vulnerable son los niños no vacunados. Nuestro país cuenta con uno de los esquemas de vacunación más completos y al que existe un gran apego a nivel nacional", precisa.
El experto expresa que, debido a que la gran parte de los mexicanos tiene 'al pie de la letra' sus vacunas, es complicado hallar casos de enfermos de sarampión mayores de edad.
6. ¿Cuáles son los riesgos que corren las embarazadas ante el sarampión?
Las mujeres embarazadas son una población altamente vulnerable a este padecimiento en territorio mexicano ya que, como menciona Herrán Parra, el país tiene un alto índice de menores que se convierten en madres y, en algunos casos, aún no están protegidas contra el virus.
"Las mujeres embarazadas en el país son más susceptibles debido al alto número de embarazos adolescentes. Esto nos conlleva a que estén más cerca de adquirir la infección en caso de que no tuviesen la vacuna", dice.
Aunado a lo anterior, el Manual Práctico de Infectología Pediátrica escrito por Eduardo López (Klickzkowski, 2002), da a conocer que padecer esta enfermedad en ese periodo aumenta de riesgo de tener abortos espontáneos, partos prematuros y bebés con bajo peso al nacer.
En la Guía de referencia rápida: Vacunación en la embarazada, el IMSS prohíbe aplicar esta inyección durante los primeros tres meses de gestación.
"Debido a razones teóricas, no puede excluirse el riesgo al cual estaría expuesto el feto por la administración de virus vivos a través de la aplicación de vacunas, se recomienda a mujeres en edad fértil no planear un embarazo en los 28 días siguientes a la aplicación de cualquier vacuna contra sarampión, parotiditis y rubéola o bien, vacuna triple vírica", muestra en el documento.