Científicos de la Universidad de Pennsylvania descubrieron que el veneno de las avispas sirve como antibiótico contra las bacterias.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista especializada PNSA, los investigadores convirtieron un péptido derivado del veneno de las avispas en potentes antimicrobianos capaces de resolver infecciones que de otro modo serían letales en ratones.
"Demostramos que el péptido actúa directamente sobre las bacterias al dirigirse a sus membranas, también modula la respuesta inmune del huésped y amortigua la inflamación no deseada", detallaron los investigadores en la publicación.
"Las moléculas derivadas del veneno representan una nueva y emocionante fuente de antibióticos", agregaron.
Los especialistas comprobaron la eficiencia del mastoparan-L, el principio activo tóxico derivado del veneno de la avispa Vespula lewisii, en antimicrobianos.
Después, potenciaron las características antimicrobianas de este componente generando un péptido llamado mast-MO.
"El péptido resultante, mast-MO, exhibió propiedades antibacterianas aumentadas comparables a los antibióticos estándar y potenció la actividad de diferentes clases de antibióticos", explicaron los expertos.
La investigación revelo que el mast-MO se dirige directamente a las membranas externas y en las pruebas con animales el péptido mostró una actividad antimicrobiana directa, es decir, que atrajo más leucocitos al sitio de la infección y fue capaz de controlar la inflamación.
Los leucocitos son parte del sistema inmunitario del cuerpo y ayudan a combatir infecciones y otras enfermedades.
Respecto a los riesgos del veneno, los expertos indicaron que redujeron la toxicidad del mast-MO hacia las células humanas, produciendo un derivado del mismo con capacidad antiinfecciosa en animales.