¿Cómo ser felices? A todos les gustaría ser muy felices, o al menos, un poco más.
El problema reside en que muchas de las cosas que determinan la felicidad están fuera de nuestro control.
Algunos son más optimistas y positivos y están predispuestos genéticamente a ver el mundo de color de rosa, pese a cualquier problema, pero otros lo ven todo un poco más oscuro.
Sin embargo, aunque no todo está bajo tu control, sí puedes decidir la forma en la que pasas tu tiempo libre y esa es la razón por la que vendría bien preguntarte cuáles actividades están asociadas a la felicidad y cuáles no.
Un análisis del WEF, en colaboración con The Conversation, examinó a un millón de adolescentes de Estados Unidos en torno a su tiempo libre y sus actividades.
El objetivo era descubrir si las actividades de los jóvenes podrían explicar el descenso de los niveles de felicidad en los adolescentes desde 2012, así como los de los adultos desde el año 2000.
El estudio arrojó que los adolescentes que pasaron más tiempo encontrándose con amigos, leyendo, haciendo ejercicio, practicando deporte o participando en servicios religiosos, eran más felices.
En contraste, los jóvenes que pasaron más tiempo en internet, con videojuegos, en las redes sociales, mandando mensajes, usando diversos chats o viendo televisión eran menos felices.
Es decir, todo aquello que no incluyera una pantalla estaba relacionado con una mayor felicidad y todo pasatiempo que incluyera una pantalla estaba relacionado con una menor felicidad.
Las diferencias eran considerables: los adolescentes que pasaban más de cinco horas al día conectados tenían el doble de posibilidades de ser infelices que aquellos que pasaban online menos de una hora al día.
Puede que el motivo sea que la gente que no es feliz quiera matar el tiempo con actividades que incluyan alguna pantalla. Sin embargo, hay un número cada vez mayor de estudios que demuestran que la causa de la infelicidad suele ser el uso de las pantallas y no a la inversa.
Esta relación entre felicidad y uso del tiempo resulta un poco alarmante porque la generación actual de adolescentes pasa más tiempo delante de una pantalla que cualquier generación anterior. El tiempo que los adolescentes pasan conectados se ha duplicado entre 2006 y 2016; y un 82 por ciento usan las redes sociales a diario.
La felicidad de los adolescentes ha caído en picada desde 2012 (el año en el que la mayoría de los estadounidenses ya tenía un smartphone). Lo mismo pasó con la autoestima y con el nivel de satisfacción de sus vidas.
Este declive en el bienestar se asemeja a otras investigaciones que demuestran un aumento en los problemas de salud mental entre la generación, incluyendo depresión, autolesiones y suicidios.
Aunque los niveles de felicidad en adolescentes y en adultos disminuyeron fuertemente durante la crisis (2008-2010), estos no han crecido desde 2012 cuando la economía se recuperó progresivamente. Al contrario, han seguido bajando a pesar de la mejora en la economía.
Algunos datos resultaron sorprendentes y es que los adolescentes que no usan los medios digitales para nada eran un poco menos felices que aquellos que usan los medio digitales un poco (menos de una hora al día). A partir de ahí los niveles de felicidad iban bajando con el aumento de horas de uso.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que los adolescentes más felices son aquellos que utilizan los medios digitales, pero durante un tiempo limitado y la respuesta a la felicidad no está en dejar de usar las tecnologías, sino que la solución es hacer todo con ciertos límites.
Puedes utilizar tu smartphone para todas esas cosas que te pueden resultar útiles, pero también podrías dejarlo de vez en cuando para hacer otras cosas... Así te sentirás más feliz.
El caso mexicano
En México, casi ocho de cada 10 jóvenes que cursan bachillerato enfrentan sensaciones de tristeza, soledad y problemas de sueño, pero también un sector presenta desórdenes alimentarios y adicciones, de acuerdo con un reporte de la tercera Encuesta Nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas de Educación Superior, elaborada por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Se detectó que 76.2 por ciento tienen sensación de tristeza o malestar, que se eleva a 80 por ciento en el caso de las mujeres y 72.2 en los varones. Los principales elementos vinculados a su estado de ánimo son problemas para conciliar el sueño, con 59.1 por ciento; sensación de soledad, 43 por ciento, y al menos 58.2 por ciento de los encuestados consideraron que todo lo que hacían parecía un esfuerzo.
Por otra parte, según un estudio de la firma Kaspersky Lab realizada a 16 mil 750 usuarios de redes sociales de todo el mundo, estas plataformas también son una fuente de frustración y tristeza para los usuarios, lo que constituye un motivo para querer abandonarlas.
La causa de esta infelicidad se debe a que los miembros de redes sociales tienden a pensar que sus contactos son más felices que ellos. El estudio mostró que 42 por ciento de los encuestados siente celos cuando sus amigos obtienen más likes, y muchos de ellos sienten envidia al ver las fotos de sus conocidos cuando éstos sonríen en ellas.