Ciencia

¿Qué son los bloqueadores de pubertad y cómo funcionan en niñas, niños y adolescentes?

Estos fármacos son usados en menores para retardar la pubertad si ocurre demasiado pronto o rápido, pero también son utilizados en infancias transgénero.

El uso de fármacos bloqueadores de la pubertad para tratar a adolescentes con disforia o incongruencia de género ha sido objeto de escrutinio tras una decisión del Tribunal Superior del Reino Unido. En 2020, tres jueces dictaminaron que era poco probable que los niños menores de 16 años pudieran dar su consentimiento informado para someterse a ese tratamiento.

El caso suscitó dudas sobre los efectos que tienen los llamados bloqueadores de la pubertad en las y los adolescentes, si los fármacos son seguros y si sus efectos son reversibles. La dificultad para responder a estas preguntas es que la evidencia del uso de estos medicamentos en adolescentes con incongruencia de género es limitada y se necesita más investigación.

Pero aunque el tratamiento de la incongruencia de género con bloqueadores de la pubertad es una aplicación relativamente reciente, estos medicamentos se han utilizado en niñas y niños desde la década de 1980 para retardar la pubertad si ocurre demasiado pronto o demasiado rápido. Actualmente, hay evidencia suficiente para demostrar que los medicamentos son seguros y bien tolerados en niños y niñas con pubertad temprana.

La pubertad comienza cuando las glándulas del cuerpo comienzan a producir las hormonas necesarias para alcanzar la madurez sexual. Normalmente, la pubertad rara vez ocurre antes de los ocho años en las niñas y de los nueve en los niños. Pero si ocurre muy temprano o muy rápido, los médicos pueden considerar el uso de medicamentos para retrasar o detener la pubertad.

Esto se hace para que el niño pueda alcanzar los hitos físicos asociados con la pubertad a un ritmo constante y que sean apropiados para su edad. Por ejemplo, es posible que si la pubertad ocurre demasiado pronto y demasiado rápido, no habrá suficiente tiempo para que el adolescente crezca adecuadamente.

La forma más común de pubertad precoz en los y las niñas es la activación prematura de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). Esta hormona es esencial para el desarrollo, ya que hace que la glándula pituitaria comience a producir las hormonas que posteriormente provocan que los testículos y los ovarios comiencen a producir las hormonas sexuales testosterona y estradiol (estrógeno).


Pero debido a que la GnRH se libera naturalmente en pulsos, la exposición sostenida a la hormona (o una versión artificial de la misma) realmente impedirá que los receptores de GnRH (ubicados en la glándula pituitaria) produzcan hormonas sexuales, deteniendo efectivamente la pubertad. Los receptores comenzarán a funcionar nuevamente y la pubertad se reiniciará una vez que se detenga la exposición.

Los bloqueadores de la pubertad más comunes son los análogos de GnRH, una forma sintética de la hormona. Por lo general, se administran como inyecciones mensuales o en intervalos de tres o seis meses. Por lo general, estos bloqueadores de la pubertad se continúan hasta que el menor tiene entre 11 y 12 años. Una vez detenidos, los infantes comienzan la pubertad de nuevo con normalidad. En tales casos, los periodos menstruales en las niñas comienzan en promedio unos 18 meses después de suspender los bloqueadores de la pubertad.

En los niños, la mayoría de las pruebas que apoyan el uso de bloqueadores de la pubertad para detener la pubertad temprana se han centrado en los análogos de GnRH. Las investigaciones muestran que estos medicamentos son muy efectivos para pausar temporalmente la pubertad y no afectan el desarrollo general de la estatura del menor una vez que se detienen.

En cuanto a los efectos secundarios, algunos estudios han informado un aumento de peso con el uso de bloqueadores de la pubertad, pero este no ha sido un hallazgo consistente. Otros estudios han analizado el efecto de los bloqueadores de la pubertad sobre la salud ósea en niños con pubertad temprana y no encontraron ningún problema a largo plazo.

Los investigadores también han investigado si los bloqueadores de la pubertad pueden conducir al desarrollo de ovarios poliquísticos en las mujeres. Esta afección afecta los ovarios y puede causar periodos menstruales irregulares y dificultad para quedar embarazada. Nuevamente, tampoco aquí hay hallazgos consistentes. En estudios que han demostrado un vínculo entre los bloqueadores de la pubertad y el síndrome de ovario poliquístico, no está claro si esto se debe a la afección subyacente que causó la pubertad temprana o al efecto del medicamento en sí.

Ningún estudio hasta la fecha ha mostrado ningún efecto adverso de la terapia con GnRH sobre el desarrollo neurocognitivo. Estos medicamentos generalmente son seguros y bien tolerados en niños y niñas con pubertad temprana. Una vez detenido, el niño comienza la pubertad y se desarrolla como se esperaba.

Otros usos

Los análogos de GnRH también se han usado en medicina de fertilidad, para tratar cánceres de próstata y mama sensibles a hormonas, y en otras condiciones ginecológicas, como la endometriosis.

Pero más recientemente, estos medicamentos se han utilizado en niños y adolescentes con incongruencia de género. En tales casos, bloquear la pubertad le da a las y los adolescentes más tiempo para explorar sus opciones y vivir en su género preferido, y evitar desarrollar características sexuales secundarias como el crecimiento de los senos o el vello facial.

Si ellos, ellas y sus médicos deciden que es adecuado, el joven puede comenzar a tomar hormonas que afirman el género, como la testosterona en los niños trans y el estrógeno en las niñas trans, que pueden tener efectos irreversibles. Pero el uso de análogos de GnRH en estas circunstancias es temporal hasta que se haya tomado una decisión firme sobre el género de las y los menores.

Sin embargo, todavía hay evidencia limitada sobre los efectos de los bloqueadores de la pubertad en estos adolescentes en quienes la pubertad había comenzado normalmente. Durante el tiempo que se bloquea la pubertad, es posible que el crecimiento y la salud ósea se vean afectados. Pero se requiere más investigación en esta área. También hay información limitada sobre los efectos a largo plazo del uso de bloqueadores de la pubertad en niños, niñas y adolescentes con incongruencia de género.

En general, aunque la evidencia es clara de que el uso de bloqueadores de la pubertad en niños con pubertad temprana puede considerarse seguro y bien tolerado, el uso extendido de bloqueadores de la pubertad para otros usos necesita más investigación.

Puedes consultar el texto original en el siguiente enlace.

*Faisal Ahmed es un profesor y endocrinólogo pediátrico de la Universidad de Glasgow. Angela Lucas-Herald es profesora clínica, y endocrinóloga pediátrica de la misma universidad.

*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

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