Ciencia

¿Te dio varicela y estás bajo estrés? Cuídate del herpes zóster

Este virus se aloja en el organismo cuando se contrae varicela en la infancia y se manifiesta cuando el sistema inmunológico se deprime.

El herpes zóster es una enfermedad que deriva de la varicela, ya que el virus se queda alojado en el sistema nervioso y brota cuando bajan las defensas.

El periodo de duración de la enfermedad es de 3 a 5 semanas y puede ser contagiosa cuando está en la fase de vesícula.

"Cuando una persona padeció varicela, generalmente en la infancia, el virus se queda alojado en el tejido del sistema nervioso y cuando el organismo entra en un estado de inmunosupresión, se reactiva y genera el herpes zóster", explicó Gerardo Medina Gálvez, médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El especialista detalló que una de las principales causas de este padecimiento es el estrés y un organismo débil, que se da por factores como fatiga crónica, el cansancio extremo o la ansiedad.

También el padecimiento de enfermedades como insuficiencia renal crónica, Virus de Insuficiencia Humana (VIH), pacientes con cáncer o en quimioterapia, diabetes o hipertensión, así como infecciones mal atendidas.

"Un manejo adecuado de la tensión física y emocional puede contribuir a evitar esta enfermedad sumamente dolorosa", apuntó Medina en un comunicado del instituto.

Destacó que esta enfermedad por lo general es benigna, y que la secuela más seria es el dolor; sin embargo, hay manifestaciones más severas que pueden afectar partes del cuerpo como la cara, el ojo, la córnea, e incluso el cerebro (encefalitis viral), lo que podría causar problemas serios de salud.

El herpes zóster es una infección viral, del mismo grupo que provoca la varicela y causa una infección en la piel. Puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero se refleja con mayor frecuencia en el torso.

¿Y los síntomas?

De acuerdo con el médico, al principio son inespecíficos porque puede ser simplemente una zona muy dolorosa en cualquier parte del tórax con sensibilidad extrema, donde el roce de la ropa no se tolera, malestar general, fiebre y decaimiento.

Conforme progresa la enfermedad, se presenta sarpullido, enrojecimiento, adormecimiento, hormigueo y posteriormente ampollas o vesículas que se rompen y forman costras.

Por lo que, Medina resaltó la importancia de contar con un diagnóstico certero, y que para ello se deben conocer los antecedentes de enfermedades en el paciente, determinar el trayecto nervioso que sigue y visualizar las lesiones que tienen rasgos muy característicos.

Uno de los tratamientos más comunes incluye la ingesta de antivirales como el Aciclovir, que ayudan a reducir el tiempo de la enfermedad.

¿Es contagioso?

El especialista recomienda mantener la erupción cubierta, no tocarse o rascarse y lavarse las manos frecuentemente.

Este padecimiento afecta con mayor frecuencia a las personas adultas mayores, el riesgo aumenta con la edad. Se estima que el 50 por ciento de las personas mayores de 80 años puede padecerlo.

De acuerdo con cifras del IMSS, durante el primer semestre de 2019, se dieron 39 mil 951 consultas por herpes zóster; 31 mil 057 en las unidades de medicina familiar y 8 mil 8894 en los hospitales de especialidades. De ellos, 23 mil 563 fueron adultos de entre 50 años y más y 231 menores de 5 años.

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