Culturas

Fecundación ‘in vitro’, un tema doloroso de la maternidad del que es necesario hablar: Isabel Zapata

La autora aborda en ‘In vitro’ sus dificultades para quedar embarazada y detalla su sometimiento a un procedimiento médico corporalmente doloroso y cargado de incertidumbre.

La escritora mexicana Isabel Zapata (Ciudad de México, 1984). (Alberto Alcocer / Cortesía Almadía)

En su más reciente libro, la escritora mexicana Isabel Zapata (Ciudad de México, 1984) narra su propio proceso de fecundación in vitro y reflexiona en torno a la maternidad.

Editado por Almadía, In vitro es un libro ensayístico, fragmentario, en el que, desde la primera persona, la autora aborda sus dificultades para quedar embarazada, cuestiona su deseo de ser madre y detalla el sometimiento a un procedimiento médico corporalmente doloroso y cargado de incertidumbre.

“Concebí un libro fragmentario porque era una manera de mezclar varias cosas. Es como una trenza. Una parte es la historia de cómo fue para mí pasar por un tratamiento de reproducción asistida, cómo lo viví, cosas que pensé, que sentí. Luego hay una parte de reflexiones de otras mujeres, escritoras, artistas, que también han abordado el tema de la maternidad. Y por otro lado está la historia de los tratamientos de reproducción, de cómo funcionan”, comenta la poeta y ensayista en entrevista por videollamada.

Para la también autora del libro de poemas Una ballena es un país (Almadía, 2019), la fecundación in vitro es un tema del que es necesario hablar. “Quiero decirlo todo y saberlo todo y escucharlo todo, romper con el pacto de silencio que mantiene en aislamiento los temas dolorosos relacionados con la maternidad”, escribe en las primeras páginas del libro.

En este sentido, considera que eso que llamamos canon literario se está transformando mucho. “Yo me siento muy afortunada de ser parte de este cambio de paradigma respecto a los temas que se pueden tratar y los que no, los que son literatura y los que no. Durante mucho tiempo estos temas no se consideraban dignos de la literatura, eran dignos de platicarse con una tía en la cocina y hasta ahí. Es un cambio del que apenas estamos viendo la puntita y que se viene mucho más fuerte”.

Zapata eligió el género del ensayo para tratar este asunto porque “es el más generoso: es como un contenedor donde puede entrar todo”. De modo que en el libro se permite ser por momentos más poética, más cruda o más narrativa. Pero sobre todo optó por el ensayo porque “su motor son las preguntas, el no estar segura de algo, el titubear”. Una falta de certeza similar a la que experimentó durante el proceso de inseminación artificial que narra en el libro. “Me gusta mucho la idea de equiparar el deseo de quedar embarazada, que es un constante ensayo, en el que a veces tienes suerte y a veces no, con el ensayo de la escritura. Así como existe el género del diario de embarazo, In vitro es un ensayo de embarazo”, comenta.

Uno de los hilos conductores del libro son las metáforas relacionadas con el agua para hablar del embarazo y el parto. “La relación entre agua y maternidad ha sido muy explorada. Estar embarazada es como ser una pecera, como tener un pececito adentro”, dice la escritora, quien también ha publicado Alberca vacía (Argonáutica/UANL, 2019).

El algún momento de In vitro, además, la autora hace mención de la famosa estampa japonesa La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusa: “Es una imagen que me alivia pero a la vez me da mucho miedo, como las olas, que son bonitas pero también son un poco terroríficas. Yo así viví el embarazo: como un oleaje, como algo que de repente me causaba muchísima ilusión, muchísima ternura y muchísima paz y de repente me aterrorizaba. Me daba miedo arrepentirme, me arrepentía, me preguntaba por qué lo había hecho y hasta la fecha me lo pregunto. Es un camino que no termina nunca y es muy tabú confesar que las madres podemos estar arrepentidas, no continuamente, no en un estado constante, pero que podemos repasar qué cambió en nuestra vida, pensar y reflexionar sobre lo que no pasó porque es una transformación gigantesca. En este sentido también va el libro, en decir: entre mujeres, con hombres también pero sobre todo entre nosotras, tenemos que poder hablar de estas cosas, decir que es difícil, que la maternidad tiene momentos álgidos, momentos en los que te quieres desaparecer, que no todo es como lo pintan. Y así el mar, esa sensación de fascinación y de terror”.

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