Culturas

‘Vamos pal perreo’: Un libro que invita a liberarse de prejuicios y gozar con el reguetón

Editores y autores charlaron sobre este volumen editado por la UNAM y Fruta Bomba en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca.

Editores y autores presentaron el libro 'Vamos pal perreo' en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca. (Alejandra Ojendi)

El libro Vamos pal perreo. Historias, argüendes, poemas y dibujos sobre reguetón (UNAM, Editorial Fruta Bomba, 2020) nació de un deseo de analizar este género musical que suena en todos lados, así como el polémico baile derivado de él: el “perreo”.

Si de algo están convencidos los editores y autores, que presentaron este volumen de cuentos, poemas, artículos, ensayos e ilustraciones en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), es que el reguetón es un fenómeno sociocultural digno de pensarse y debatirse.

En una charla realizada la tarde del viernes en el espacio cultural Matamoros 404, en la que sonaron, entre otras, “X” de Nicky Jam y J Balvin, y “Tu sicaria” de Ms Nina, editores y autores coincidieron en que Vamos pal perreo busca reflexionar los prejuicios que hay en torno a este género musical que hace dos décadas empezó a salir de las calles de Puerto Rico para convertirse en el más escuchado y bailado en el mundo.

Para la editora Patricia Salinas, este tipo de música incomoda porque “sus letras, más que machistas, hablan explícitamente del acto sexual, que es lo que resulta ofensivo”.

“Hay canciones románticas que son violentas: exaltan los celos, la posesión, la violación. En el reguetón lo que hay es un juego: coqueteo, gozo. El problema no es el sexo, sino las violencias “, aseguró.

Además, sostuvo, es un género que puede despertar rechazo porque atenta contra conductas que han sido impuestas a las mujeres: “Nos dicen ‘no abras las piernas’, ‘no muevas el culo’, mandatos con los que el perreo rompe”.

Juan Pablo Ruiz Núñez, también editor de Vamos pal perreo, destacó por su parte que uno de los objetivos de libro es desmontar los prejuicios que hay alrededor del reguetón, si bien no todos los autores incluidos hacen una vindicación de este ritmo.

Se refirió a la idea que se tiene de que las letras de las canciones son misóginas, o de que se trata de música que escucha gente pobre o sin educación. “La misoginia no es un problema del reguetón sino de la sociedad. Hay mujeres que están haciendo reguetón para denunciar y enunciarse desde el gozo y la autonomía”, comentó.

Gabriel Elías, quien es uno de los 30 autores de México, Cuba, Chile, Colombia, Perú y Puerto Rico incluidos en el libro y escribió una diatriba contra la discriminación de este género musical, afirmó que, más que dividir al reguetón en comercial y no comercial, dando por hecho que el exitoso es malo, hay un reguetón con menos gracia o interés que otro. “Así como sucede con el rock, el hip hop y todos los géneros, puede haber un reguetón muy insulso, con poco filo”.

“Quien sataniza el reguetón, está diciendo que la salsa, el reggae y todas las músicas gozosas y negras son demoníacas”, agregó.

La periodista Ollin Velasco, de quién se incluye en el libro una crónica sobre cómo se vive este fenómeno musical en Cuba, ironizó con respecto a las personas que discriminan e incluso descartan de su círculo social a aquellas a las que les gusta el reguetón.

La pintora Mónica Figueroa, que participa en el libro con ilustraciones, comentó por su parte que esta música le ha permitido cambiar la relación con su cuerpo y disfrutar de este. “El reguetón no solo tiene que ver con vatos arrimándoseles a las chavas”, aseguró.

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