El aroma de las flores de cempasúchil ya comienzan a anunciar un reencuentro simbólico con nuestros difuntos. Las personas caminan por las calles con papel picado, compran los tejocotes para hacerlo en dulce y buscan las fotos más queridas para colocar en los altares.
El calendario católico marca que el día primero de noviembre se conmemora a Todos los Santos y el segundo a los Fieles Difuntos.
El investigador José Eric Mendoza Luján detalla que en gran parte del país, por tradición popular, el día 1 se dedica a los “muertos chiquitos” (niños fallecidos), mientras que el 2, a los “muertos grandes” (adultos).
“No obstante, se dan una serie de variantes a lo largo del país: en algunos lugares se dice que el 28 de octubre es el día de los matados, o sea de aquellos muertos en accidente, y que el día 30 de octubre llegan las almas de los limbos, es decir, de los niños que murieron sin ser bautizados”, escribe en Que viva el Día de Muertos. Rituales que hay que vivir en torno a la muerte.
De acuerdo con el especialista, esta distinción de muertos por su edad tiene antecedentes en la época prehispánica, pues Fray Diego Durán describió que en los rituales del pueblo nahua existieron dos fiestas dedicadas a rendir culto a los muertos: Miccailhuitontli o Fiesta de los Muertecitos y la Fiesta Grande de los Muertos.
Estas dos fiestas estaban también destinadas a propiciar la agricultura, la primera se celebraba el noveno mes del calendario nahua (agosto), y la segunda el décimo mes del año.
“Durán, pasados algunos años de la Conquista, pudo observar que el día de Todos Santos ponían ofrenda para los niños muertos, y el siguiente día otra para los difuntos adultos, dejaron de hacerlo en agosto (que es cuando acostumbraban), para así disimular que celebraban sus festividades y aparentar que festejaban las celebraciones cristianas. Las ofrendas consistían en dinero, cacao, cera, aves, frutas, semillas en cantidad y ‘cosas de comida’”.
No hay una guía única para vivir estas fechas, las tradiciones de Día de Muertos son diversas y se significan de maneras distintas según las culturas y la región.
De acuerdo con la página de Antropología de la Muerte, en los diversos lugares del país se acostumbra colocar el altar de Día de Muertos desde el 27 de octubre, pues comienzan a llegar las almas y se considera que asisten según la causa de su muerte.
27 de octubre
Bienvenida a los fallecidos de forma violenta.
28 de octubre
Personas que murieron por suicidio. (Aunque según otras versiones es este día y no el 27 cuando comienza el desfile de almas que perdieron la vida de manera violenta y trágica).
29 de octubre
Aquellos que fallecieron ahogados.
30 de octubre
Víctimas de algún accidente.
31 de octubre
31 de octubre a las 12 horas se despide a los anteriores y se le da la bienvenida a los “Angelitos”, los “Muertitos” o “Muerte Chiquita”.
1 de noviembre
Es Día de Todos los Santos, cuando se cree que las almas que visitan las ofrendas y altares.
2 de noviembre
Día de los Fieles Difuntos, se acostumbra visitar los cementerios e iglesias.