Coyolxauhqui, una de las diosas de la mitología mexica, tiene motivos para celebrar este martes, pues hoy se cumplen 45 años del descubrimiento de su monolito.
Según cuentan las leyendas, Coyolxauhqui (o la de los cascabeles en el rostro) era hermana del dios Huitzilopochtli, quien terminó asesinándola por un motivo razonable.
La diosa guerrera trató de matar a su madre Coatlicue cuando se enteró que estaba embarazada de Huitzilopochtli y sus hermanos, pero este la despedazó justo después de nacer. La cabeza de Coyolxauhqui terminó por convertirse en la luna.
El cuerpo desmembrado de Coyolxauhqui es la escena representada en el monolito descubierto el 21 de febrero, pero de 1978, mientras trabajadores de la ya extinta Compañía de Luz y Fuerza hacían labores de cableado subterráneo en el cruce de las calles de Guatemala y Argentina.
El descubrimiento del monolito, con un diámetro que oscila entre los 2.98 y 3.26 metros y pesa ocho toneladas, abrió la puerta al rescate por completo del Templo Mayor, el edifico ceremonial más importante para los aztecas.
María de Lourdes Gallardo Parrodi, restauradora del Museo del Templo Mayor, dijo en una entrevista para El Financiero que el descubrimiento se convirtió en un fenómeno mediático en la época
“El impacto de la imagen fue tremendo. Todo el mundo veíamos noticias del hallazgo y eso se insertó en el imaginario colectivo”, contó en 2018.
De hecho, según una crónica de México Desconocido, el impacto fue tal que el entonces presidente José López Portillo ordenó la demolición de los edificios coloniales que estaban en la zona, esto para permitir más excavaciones.
Si quieres ver en vivo este monolito, puedes hacerlo en el Museo del Templo Mayor, que está en la calle Seminario s/n, en el Centro Histórico.
Con información de México Desconocido, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y Arqueología Mexicana