En su auténtico 'mood' de diamantes, Elsa y Elmar apareció en el escenario envuelta de tonalidades amarillas para arrancar una emotiva velada con el sencillo Millennials, en El Plaza Condesa.
Acompañada por tres músicos a sus espaldas, fácilmente Elsa transmitió su gozo y entusiasmo de encontrarse pisando El Plaza, en la que fue su última parada del año con su recorrido Eres diamante.
La colombiana, con un outfit fresco, atrevido y elegante, puso a corear al público con canciones, que desde luego se desprenden de su última producción, Eres Diamante; así como 'flashazos' al pasado de la mano de su álbum Rey.
"Esto es un sueño", gritó al mirar fijamente a su público, quien la acompañó entre sonrisas y bailes sutiles durante 120 minutos.
Elsa, cuyo llamado a la música se describe como intuitivo y empírico desde sus primeros trabajos en Bucaramanga, entonó: Planeando el tiempo, Kmbiar, Funciona, Decir Que no, Animales distintos, Baby Us, y Forma antigua.
Esta última canción se convirtió en el punto de inflexión que le dio un tono distinto a la velada, la cual tomaría un rumbo sorpresivo y ameno desde el momento en que Elsa alzó su guitarra. Minutos después del último rasgueo de esta melodía, Elsa recibió en el escenario a Daniel Me Estás Matando, con quienes ofreció un "material inédito", mismo que pidió no ser grabado por el público: "Ya estoy cansada de buscar en otra parte, lo que no he encontrado en ti", entonó en este encuentro.
Los estridentes azules y fushia cedieron para su regreso como protagonista en el escenario con Exploradora para después fundirse en negros, y entregar dos performance audiovisuales que acompañaron sus siguientes sencillos.
La línea de confianza entre la revelación musical y el público ya se había cruzado cuando escuchamos su innegable Ra mientras recorría el escenario con ademanes, chasquidos y bailes que se han convertido en su sello personal. Aliens, Alma sola, Ojos Noche, Mierda, Nadie Va y Qué Culpa fueron los siguientes.
Cuando pensamos que el clímax de sus sorpresas ya se había acabado, la compositora se paró en el medio para compartir un cover de Adiós, Amor, de Christian Nodal.
Más tarde, quien ha sabido mostrar el éxito de las nuevas economías de la música, se robó la atención y el cariño cuando dio la bienvenida a Santiago, de Little Jesus, con quien entonó Norte.
Entre sus palabras, pudimos escuchar: "Debemos estar seguras", haciendo referencia a las mujeres en el clima de violencia de estos días. Además de: "Todos tenemos personas que se nos fueron y no sabemos dónde están. Aquí estamos viviendo, pero ojalá algún día nos veamos".
Finalmente, la cantautora admitió que su pasado reciente ha sido un poco inestable al atravesar una temporada para "enfrentar miedos y demonios".
"Gracias por hacerme", lanzó hacia su papá; "A mi mamá, todo", suspiró.
La noche culminó con una intervención en los teclados, bailes arrebatadores y un tercer cambio de outfit que contrastó con los colores retumbantes del lugar y la gran energía de sus seguidores.