El último libro editado por Dharma Books de la escritora mexicana Lorea Canales, Mínimas despedidas (2019) versa sobre 13 cuentos que hablan del divorcio, el suicidio, el aborto, la infidelidad y el incesto con personajes que en su mayoría son mujeres y que pertenecen a múltiples clases sociales, desde Estados Unidos y Monterrey a la Ciudad de México, envueltas en un clima de entre finales de los ochenta a los dosmiles.
"Mínimas despedidas porque hay un dicho náhuatl que Rosario Castellanos cita en uno de sus libros, que dice: 'solo estamos aquí para conocernos'; me impactó mucho entender que, en la vida, solo estábamos aquí para conocernos entre nosotros y no solo eso, sino internamente", comenta, "esa era un poco la labor y nuestra razón. Sentí que los encuentros deben ser largos y las despedidas mínimas.
Como abogada y escritora, considera que el 50 por ciento de las personas se van a divorciar, pues cambió mucho la sociedad y eso lo reflejan sus cuentos. El paso del tiempo en el modus vivendi de los mexicanos.
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Escribo a mano y divago justamente para que el subconsciente fluya. Trato de dejar que el cuento hable, que el personaje hable ; no todo está pensado con anterioridad y no sería capaz de escribir como receta".
"Lo que tiene este libro es que cambió la sociedad de ser una cosa muy cerrada, muy rígida, muy trivial, muy paternalista, a una sociedad más abierta, menos homogénea y más heterogénea y que da vida a más libertad", detalla.
Por esta razón, en todos los cuentos existe un hallazgo, de un recuerdo o una situación entre dos o tres por un amor, un lazo o la amistad: desde el ensayo de un suicidio por una madre con sus hijos dormidos -similar a Sylvia Plath- en la Navidad del '86 hasta el Mundial de futbol que se realizó en México durante ese año o un encuentro sexual entre una madrastra y el hijo de su pareja.
La también periodista y maestra en derecho por la Universidad de Georgetown recuerda que 'hace mil años' se declaró fan del ilustrador mexicano Alejandro Magallanes en Oaxaca. Tiempo atrás habló con él y este le comentó que cuando quisiera le podía hacer una portada para alguno de sus libros. Aceptó, pero la oportunidad llegó hasta el año pasado.
"Él leyó el libro antes, que es algo que me gusta mucho de su trabajo; se toma la molestia de entender de qué está haciendo la portada. No solo es superficial, tiene fondo.
"Su propuesta era incluso que podían ser distintas portadas; el mismo libro con diferentes portadas, (pero) esta me encantó. Quería algo más abstracto y quedó así, con los dibujos en interiores, solo que eso lo hizo Raúl que es un gran diseñador (de Dharma Books)", señala la autora.
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Los vencidos siempre tienen su versión de la historia y se la pasan a los hijos o a los amigos. Nunca nos convence el discurso constitucional, el discurso vencedor. Jamás.
La autora regia de las novelas Apenas Marta (Plaza & Janes, 2011) y Los perros (Plaza & Janes,2013) publicó este ejemplar de cuentos reunidos gracias a que ganó una convocatoria realizada por el mismo sello editorial.
"Las cosas han cambiado con Dharma, por ejemplo; este libro sale de una convocatoria porque quieren tener paridad de género: ellos dicen, 'es una editorial joven y queremos publicar igual mujeres que hombres'.
"Lo vi en Twitter porque Sara Uribe lo puso; la sigo a ella como poeta y dije: 'si esta chava poeta que me gusta mucho lo puso y estos chavos quieren hacer esto, lo voy a mandar'. Qué padre que haya editoriales dedicadas a llegar a una paridad de género. (Aunque) los números que existen siguen siendo negativos contra las mujeres en todo, puedo decir que ahí vamos, pero vamos muy lento", explica.
«Cuando te dicen cactus, te salen espinas. Pero yo no soy cactus, ni cucaracha, si acaso un huizache. Solo quería darte sombra, me trataron de matar y florecí.»
— Dharma Books + Publishing (@Dharma_Books) January 23, 2020
¿Ya leyeron “Mínimas despedidas” de @loreac? 💙 pic.twitter.com/VtNqVjRjMu
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El jazz me gusta, no lo asocio con Nueva York, pero me gusta. Me gusta mucho el jazz brasileño y africano; me encanta Thelonious Monk, Ella Fitzgerald y Nina Simone".
'Una escritura hecha sobre las rodillas'
El escritor mexicano Fabio Morábito reseñó la contraportada de Mínimas despedidas y la describió como una escritura con una "voz peculiar hecha sobre las rodillas, fingidamente descuidada, pero pletórico de sustancia, sin adornos ni alardes".
Para la mexicana, sus letras son más libres como el jazz y trabajadas a mano, pues el flujo de consciencia se conduce de una forma muy diferente; asimismo, también lee a sus contemporáneos y pone atención en la exactitud que los otros guardan con su trabajo.
"Si ves el anterior libro de Fabio, todos los cuentos son tres páginas y terminan aquí -señala un espacio en la caja tipográfica de un libro antes de la mitad superior- y todos terminan exactamente igual. Tienen diez líneas. Su escritura es muy obsesiva. Es totalmente distinta a la mía que es más jazz; es más improvisación y voy ahí tanteando, jugando con eso. Esa fue su impresión. Somos amigos y tenemos un diálogo y nos mandamos lecturas", explica.
Hasta el momento, los últimos ejemplares que leyó fueron de la polaca Olga Tokarczuk, quien ganó el Premio Nobel de Literatura 2018, enfocándose en Los errantes como primer paso; sin embargo, ya trabaja en otro material que espera vea la luz este 2020.
De la violencia contra las mujeres en México
"No podemos vivir en un país donde 10 mujeres son asesinadas cada día. Cuando era reportera me decían que no podía salir a la calle sola. ¿Entonces no puedes salir a trabajar? ¿una mujer no puede usar el transporte público? ¿en dónde nos quieren? ¿en jaulas?", cuestiona la escritora mexicana Lorea Canales al tiempo que afirma que las mujeres tienen que poder estar en lugares públicos "sin que nos maten ni violen ni nada".
En la industria editorial, las mujeres siguen teniendo pocos espacios para desarrollarse profesionalmente, de acuerdo con Canales, y eso ha provocado que el número de publicadas y el número de reseñas, así como el espacio para artículos en revistas, sea bajo.
Para la originaria de Monterrey, el Estado les ha fallado: desde los feminicidios de Ciudad Juárez hasta ahora, y así como lo ha hecho con las mujeres también ha pasado con los hombres; sin embargo, considera que para que haya un esfuerzo real: esto debe cambiar en las instituciones para que no siga una forma de vida donde las autoridades, como policías o militares, sean quienes violenten los derechos.
Hay los que no escuchan a las mujeres; y hay quienes finalmente escuchando los reclamos hacen algo. Bien @MikeBloomberg https://t.co/6lbE4omaty
— Lorea Canales (@loreac) February 21, 2020