Culturas

Notre Dame encierra una trágica historia: el suicidio de Antonieta Rivas Mercado

La joya arquitectónica y símbolo de París que este lunes se incendió fue testigo de la trágica muerte de la escritora e impulsora cultural mexicana.

Muchas historias reales encierra la Catedral de Notre Dame, en París. Una de ellas ocurrió el 11 de febrero de 1931, cuando la mexicana Antonieta Rivas Mercado se dio un tiro en el corazón al interior de ese tesoro arquitectónico que este lunes sufrió un incendio.

María Antonieta Valeria Rivas Mercado nació el 28 de abril de 1900. Su educación, al igual que sus hermanos, estuvo a cargo de profesores particulares e institutrices.

Desde su infancia escuchaba las pláticas que su padre tenía con escultores, pintores, escritores, poetas y arquitectos. Aunado a lo anterior, los viajes al extranjero, las visitas a museos, las lecturas en casa, el respaldo y apoyo de su padre, de quien fuera la hija predilecta.

Antonieta se casó con Alberto Edward Blair a los 18 años. El matrimonio no prosperó, sin embargo tuvieron un hijo, Donald Antonio Blair Rivas Mercado, en septiembre de 1919.

Impulsora cultural

La escritora decide tramitar su divorcio en 1926, después de un viaje de casi tres años con su padre, el pequeño Donald y su hermana Amelia. El niño quedaría bajo su patria potestad, pero más tarde la perdería.

Cuando fallece su padre, su madre y su hermana Alicia le piden abandonar la casa. Antonieta decide irse a vivir junto con sus hermanos Amelia y Mario a una casa en la calle de Monterrey en la colonia Roma.

Poco después entabla amistad con el maestro de pintura de su hermana Amelia, Manuel Rodríguez Lozano, quien la impulsa a ser artista y protectora de las artes. Es así como surge el Teatro Ulises.

"Ella fue más que una mecenas como frecuentemente se le etiqueta. Fue escritora, actriz, traductora, directora teatral, profesora de la Universidad Nacional de México (cuando aún no era autónoma), promotora cultural y, sobre todo, una mujer talentosa", señaló Tayde Acosta Gamas, experta en la vida y la obra de Rivas Mercado.

En ocasión de la aparición en el mercado editorial en español de Antonieta Rivas Mercado. Obras, una amplia investigación publicada en dos volúmenes, Acosta Gamas sostuvo que Antonieta auspició muchos proyectos, y fue la única mujer que escribió en la revista Ulises y en la revista Contemporáneos. Lo anterior habla de la grandeza vanguardista del personaje.

Además -dijo Acosta Gamas- Antonieta tradujo, junto con Xavier Villaurrutia, La escuela de las mujeres, de André Gide, así como las aplaudidas obras Welded, de Eugene O'Neill, y Le temps est un songe, que se representaron en el Teatro de Ulises en colaboración con el intelectual Salvador Novo y Celestino Gorostiza.

Añadió que el primer número de la revista Ulises fue financiado por José Manuel Puig, pero los cinco números siguientes los cubrió en su totalidad Antonieta Rivas Mercado, así como las sobrias ediciones de Ulises, novela como nube, de Gilberto Owen, y Dama de corazones, de Xavier Villaurrutia. Por otro lado, la música no fue arte que se le escapara.

Renovó la cultura nacional

"En 1929 Antonieta Rivas Mercado organizó el patronato para crear la Orquesta Sinfónica de México (actual Orquesta Sinfónica Nacional) y convenció al embajador de Estados Unidos, Dwight Whitney Morrow, a Anne Morrow y a Charles Lindbergh para colaborar en esta tarea. Del mismo modo, apoyó la campaña presidencial de José Vasconcelos".

La vida de Antonieta fue corta, pero logró llevar a cabo muchísimos proyectos", agregó Acosta Gamas, quien evidentemente emocionada por la atracción que sobre ella ejerce el personaje, motivo de sus más profundos estudios, mencionó que formó parte sustancial del selecto grupo intelectual que renovó la cultura nacional tras la Revolución Mexicana.

"Se convirtió en mecenas de personajes como Andrés Henestrosa, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Celestino Gorostiza, Roberto Montenegro, Julio Castellanos, Gilberto Owen, y del pintor Manuel Rodríguez Lozano, entre otros muchos artistas dedicados a prácticamente todas las bellas artes, en quienes depositó su confianza y su dinero.

Jugó un papel importante en la candidatura presidencial de José Vasconcelos Calderón, de quien fue compañera sentimental (1929-1931). Al ser derrotado en lo que sus seguidores calificaron como "fraude electoral a favor de Pascual Ortiz Rubio", Rivas Mercado se exilió sucesivamente en Nueva York y en París, donde trabajó como escritora.

Antonieta luchó contra las afecciones que habían puesto fin a su infatigable actividad cultural, aunado a la derrota de Vasconcelos y a los desencantos que complicaban su relación con él, se quitó la vida disparándose al corazón con la pistola del propio Vasconcelos, en la Catedral de Notre Dame.

Su vida inspiró una película llamada Antonieta, de 1982, dirigida por Carlos Saura y protagonizada por Isabelle Adjani.

"No está valorada como escritora ni como mujer directora de teatro; como creadora literaria no la leemos y esa es una de mis metas, que se quiten los mitos que hay sobre su figura, como el que señala que sólo fue una mecenas", dijo Tayde Acosta Gamas.

Con información de Casa Rivas Mercado y Notimex.

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