El Gran Premio de Australia fue cancelado este martes después de que los organizadores locales y la Fórmula 1 no lograran alcanzar un acuerdo sobre los estrictos protocolos de viajes y cuarentenas asociados a la pandemia del COVID-19.
La carrera se había aplazado de su fecha original al comienzo del calendario de la F1, el 21 de marzo, hasta el 21 de noviembre.
El GP de Australia del año pasado en el circuito callejero de Albert Park, en Melbourne, se canceló en el último momento al comienzo de los cierres por la pandemia.
“Es muy decepcionante que estos eventos tan apreciados no puedan celebrarse, pero esta es la realidad de la pandemia, (...) hasta que no tengamos tasas de vacunación mucho más altas no podemos volver a condiciones más normales”, explicó el ministro de Deportes de Victoria, Martin Pakula, al anunciar la cancelación.
El primer ministro del estado de Victoria, Daniel Andrews, prácticamente había confirmado la cancelación ese día al comentar que esos eventos de grandes dimensiones son “un gran desafío”, dada la baja tasa de vacunación en Australia y sus restricciones a los viajes internacionales.
“Cuando has reducido a la mitad la cantidad de gente que llega al país, cuando tienes al 10 por ciento de la gente vacunada, cuando quieres y necesitas que el 70 o el 80 por ciento hayan recibido la inyección... no estamos en ese punto”, subrayó Andrews. “Las fechas no encajan, y eso lo hace un gran, gran desafío”.
La Corporación del Gran Premio de Australia presentó un plan de seguridad al Gobierno y sugerido que la carrera podía celebrarse con seguridad si los pilotos y equipos operaban dentro de una burbuja.
El campeonato de Fórmula 1 ya tenía una carrera programada en Sao Paulo, Brasil, el 7 de noviembre, lo que daba poco margen para una posible cuarentena en hoteles antes de la prueba en Australia.