La polémica de la participación del serbio Novak Djokovic en el Abierto de Australia tiene un nuevo capítulo. Este viernes, el ministro de inmigración Alex Hawke le retiró, por segunda ocasión, el visado al número 1 del tenis al argumentar que iría en contra de la salud y el orden público, lo que volvería a complicar la defensa de su título.
La medida ocurre a ocho días de que, tras su entrada al país, las autoridades cancelaran su visa. Gracias a que los abogados impugnaron la decisión es que se estableció una audiencia de emergencia con el juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal, en la que le consiguieron un poco más de tiempo al tenista para prepararse.
La defensa del deportista acordó que Djokovic no sea deportado inmediatamente sino después de una entrevista con agentes de migración programada para el próximo sábado por la mañana en un lugar a convenir y ‘secreto’, pues el abogado Nick Wood confió que teme por la seguridad de su cliente, además de querer evitar un ‘circo mediático’.
Después de que se reúna con la Fuerza Fronteriza Australiana, Djokovic será detenido en lo que se resuelve su caso. Posteriormente, el domingo, se presentaría ante el Tribunal Federal. La revocación de su visa le podría traer otra consecuencia negativa: la prohibición para entrar a Australia durante los próximos tres años.
Todo parece indicar que Novak Djokovic no podrá ganar su 21º Grand Slam y de esta forma superar a Roger Federer y Rafael Nadal como el mejor del mundo. La organización del evento deportivo ya tiene la programación del torneo que da inicio el lunes, donde luego de un sorteo se definió que el serbio se enfrentaría en la primera ronda a su compatriota Miomir Kecmanovic al comienzo de la jornada. Sin embargo, el orden de juego todavía no fue anunciado.