La Unión Europea ha impuesto sanciones al dueño del club de futbol Chelsea, Roman Abramovich, como parte de un nuevo paquete de medidas contra Rusia.
La UE incluyó al multimillonario ruso en su lista actualizada de individuos a los que se congelará sus bienes y se les prohibirá viajar debido a su papel en la invasión rusa de Ucrania.
Abramovich, de 55 años, ya fue sancionado por el gobierno del primer ministro británico Boris Johnson la semana pasada. Siete rusos adinerados, entre ellos el magnate del aluminio, vieron sus bienes congelados bajo las sanciones rusas en respuesta a la invasión. Abramovich también fue suspendido como director del Chelsea.
La UE dijo que Abramovich “ha tenido acceso privilegiado al presidente (ruso) y ha mantenido muy buenas relaciones con él. Esta conexión con el mandatario ruso se la ha ayudado a mantener su importante riqueza”.
El Consejo Europeo añadió a 15 individuos y nueve entidades a su lista de personas y corporaciones bajo sanción.
Según la UE, los nexos con Putin le permitieron a Abramovich mantener su fortuna, mientras que las actividades económicas del oligarca aportaron ingentes ingresos al gobierno ruso.
“Es un principal accionista de la corporación de acero Evraz, que es uno de los contribuyentes más grandes de Rusia”, destacó el Consejo Europeo.
“Por lo tanto, se ha beneficiado de los políticos rusos responsables por la anexión de Crimea y la desestabilización de Ucrania”, añadió.
Además de su pasaporte ruso, Abramovich tiene también ciudadanía portuguesa, por lo que no queda claro cómo le afectaría la prohibición de viajar dentro de la UE.
Las sanciones contra Abramovich fueron anunciadas al día siguiente de que una investigación de la BBC destapó evidencias de negocios corruptos que involucraron al oligarca.
Según la BBC, Abramovich ganó miles de millones de dólares al comprarle al gobierno ruso una empresa petrolera en un esquivo proceso de licitación en 1995. La emisora dijo que el empresario pagó alrededor de 250 millones de dólares por Sibneft, antes de vendérselo al gobierno ruso por 13.000 millones de dólares en 2005.
Los abogados de Abramovich dijeron que no hay base para alegar que su cliente ha acumulado riqueza sustancial a través de la delincuencia.