El club francés venció al campeón defensor Barcelona 3-1 el sábado para seguir extendiendo su récord con su octavo título de la Champions League femenina.
“Sentimos la fortaleza de todo el equipo, creo que todas estábamos motivadas al 200%”, dijo la jugadora del partido Amandine Henry, quien anotó un impresionante gol para abrir el marcador.
“Dijimos desde el inicio de la temporada que queríamos recuperar el trofeo Entonces realmente queríamos dejar nuestra marca en el campo. Creo que lo logramos más con la fortaleza mental que física”.
La final lo tuvo todo: Un gol tempranero, candidato al mejor de la campaña —y otro intento que hubiera sido otro fuerte aspirante si no hubiera pegado en el travesaño_, así como otra diana de la anotadora histórica de la competencia en su temporada de regreso.
Esto ayudó a que el Lyon se fuera arriba 3-0 después de 33 minutos. Una defensa férrea y un par de buenas intervenciones de la arquera chilena Christiane Endler ayudaron a que el equipo navegara sin problema para que la entrenadora Sonia Bompastor se convirtiera en la primer mujer en ganar la competencia como entrenadora y jugadora.
“Es un orgullo para mí ser la primera chilena en obtener este título”, dijo la guardameta a la radio de su país.
Se preguntó a Bompastor si había diferencia en la sensación de coronarse como entrenadora y en hacerlo como futbolista.
“Los sentimientos son los mismos en términos de intensidad, como entrenadora y jugadora. Porque sabes todo el trabajo que sucede, todo lo que se tiene que hacer para alcanzar este objetivo”, explicó Bompastor.
La técnica ayudó a que el Lyon ganara sus dos primeras Ligas de Campeonas al final de su carrera como jugadora.
“La única diferencia entre jugar y entrenar es la experiencia. Fue hace ocho años y soy un poco más veterana y un poco más sabia. Lo que me gustó del triunfo de esta noche es que pudimos demostrar exactamente de lo que está hecho el equipo, individual y colectivamente”.
El Lyon ha ganado ocho de las últimas 12 Ligas de Campeones femeninas. La capitana Wendie Renard, Sarah Bouhaddi y Eugénie Le Sommer han sido parte de todo el éxito.
Pero el Barcelona llegó a la final como favorito en Turin tras sumar sólo una derrota en la campaña y ninguna en la liga doméstica. Quizás eso mismo fue su perdición.
“No quiero poner excusas. Nuestros adversarios tuvieron un gran partido y merecen el triunfo”, reconoció el técnico del Barcelona Jonatan Giráldez.
“El ritmo competitivo de la temporada no depende de nosotros. Lo que nosotros podemos hacer es intentar tener un alto nivel de competitividad en cada partido por que eso nos prepara para otros juegos”.
El equipo de Giráldez fue respaldado por una ruidosa afición. Se vendieron más de 35 mil boletos para la final y el pequeño grupo de aficionados del Lyon fue superado por su contraparte del Barcelona.