Como muchos jóvenes, Manny Bañuelos soñaba con dedicarse al deporte que siempre ha amado y con el equipo de sus sueños: los New York Yankees del beisbol de las Grandes Ligas.
Y el camino hacia ese objetivo de vida empezó a los 17 años, al comenzar a jugar en las sucursales de los ‘Mulos de Manhattan’, y aunque fue escalando niveles, nunca pudo debutar con el equipo grande, pues en 2014 fue cambiado a los Atlanta Braves, con quienes debutó en Grandes Ligas al año siguiente.
Sin embargo, cuando deseas algo con todas tus fuerzas el destino lo cumple, y así le ocurrió al duranguense, que luego de un largo peregrinar con Atlanta, Chicago White Sox y el beisbol de México, tanto de verano como invierno, y la pelota de Taiwán, su oportunidad con los Yankees llegó en esta temporada 2022.
Con 31 años de edad, Manny relata cómo se mantuvo enfocado en ese objetivo que se planteó hace tiempo, y la manera en que el ánimo no decayó para lograrlo.
“Te soy muy sincero, en los años que yo estuve en Taiwán, 2020 y 2021, le comentaba a mi familia, porque ellos me preguntaban si yo me iba a quedar a pichar por allá o tenía en mente volver para Estados Unidos, yo se los comenté en más de una ocasión, que a mí me encantaría regresar a Estados Unidos con Yankees.
“Yo les decía, ustedes se imaginan que regresemos a los Yankees, y mi familia decía se puede, entonces, como se fueron dando las cosas fue algo impresionante y estoy muy encantado con eso, de verdad”, responde a El Financiero en teleconferencia con medios desde Nueva York.
Desilusión como impulso
Tras ser cambiado a Atlanta, Manny se quedó con “una espinita de que no logré las expectativas que mencionaban cuando me tenían de prospecto”, pero luego de reconocer que eso no estaba bajo su control, se enfocó en trabajar más fuerte y constante, sanar de sus lesiones y mantenerse saludable para recibir una oportunidad atractiva.
Eso ocurrió en el invierno pasado, cuando varios equipos de Taiwán comenzaban a preguntar por él, el universo conjuró a favor del sueño del mexicano.
“Estaba pichando en Culiacán, enfocado en hacer buen trabajo, mantenerme fuerte. Cuando los equipos de Taiwán empezaron a mostrar interés para que yo volviera para allá mi abogado y yo estuvimos hablando, yo le comenté que quería volver para EU, y él me dijo que había unos cuantos equipos interesados, entre ellos Yankees, ahí mismo le dije que ‘si Yankees me va a dar una oportunidad, sin pensarlo, hay que ir para allá, quiero vestirme de Yankee, me siento muy preparado, confiado, seguro y quiero ir a demostrarle que aún me queda en mi brazo’”, asegura.
Ocho años después de colgar el uniforme a rayas, Bañuelos volvió a vestirlo y a debutar como relevista dentro de uno de los staff de pitcheo más poderosos de la actualidad en Grandes Ligas, compromiso que, sabe, es muy fuerte.
“Tengo que aportar con lo mejor que yo pueda, estar constante cada vez que ellos me den la confianza, me den la pelota, tengo que dar lo mejor de mí. Disciplina y constancia, entiendo que hay que venir bien preparado. Si quieres ser constante en esto debes tener esa disciplina, por así llamarlo, tener ese respeto por tu carrera”, dice.