Lewis Hamilton dijo en broma que se sintió más bajito por el maltrato a su columna vertebral luego del rebote constante del auto del piloto siete veces campeón de la Fórmula Uno en el circuito de Azerbaiyán la semana pasada.
Le tomó toda la semana recuperarse debido a que su nuevo Mercedes experimenta el efecto del porpoising o exceso de rebote que afecta a varias escuderías después de que la F1 despejó el camino para aplicar diferentes técnicas aerodinámicas.
La FIA intervino antes del Gran Premio de Canadá con directrices técnicas para contrarrestar el rebote de los autos que ha sido un subproducto del efecto de los cambios en el efecto suelo de los monoplazas, un movimiento que fue bien recibido por Hamilton, en aras de su salud.
El piloto británico no ha visto a un médico para sus múltiples malestares. Ha recurrido más bien a Angela Cullen, su fisioterapeuta personal para su recuperación, pero no puede descartar la posibilidad de que él y otros pilotos estén expuestos a potencialmente sufrir microconmociones cada vez que están sobre la pista.
“Definitivamente he sufrido más dolores de cabeza en los meses recientes, pero no he consultado a un especialista sobre ello, así que no lo estoy tomando demasiado en serio. Solamente he tomado analgésicos, así que espero no tener conmociones”, dijo Hamilton el viernes.
Rechazó la idea de que su padecimiento sea peor que el de otros pilotos debido a que él tiene 37 años.
“Hay mucho más para la recuperación y no creo que esa jornada tenga que ver con la edad. Creo que generalmente es solo porque los moretones pueden ser bastante severos”, expresó Hamilton, e insistió que el tema de los rebotes debe ser atendido por el órgano rector de la Fórmula 1 por motivos de seguridad.
“Dejando de lado el tema técnico, no puedo enfatizar más la importancia de la salud para nosotros. La seguridad tiene que ser primordial”.
Pero la reacción sobre los cambios fue distinta entre los 10 equipos.
Charles Leclerc, piloto de Ferrari, no piensa por ejemplo que la FIA deba intervenir. Algunos equipos han manejado el tema mejor que otros, indicó.
“Siento que es responsabilidad del equipo presentarme un auto que está OK para manejar, y no tengo un problema particular con ello”, dijo Leclerc. “Sí, es diferente al auto del año pasado, ya sea que no se pueda conducir o que resulte más difícil. Por nuestra parte encontramos soluciones para hacerlo mejor”.
Max Verstappen, el campeón reinante de la F1, está en contra de una directriz técnica por el mismo motivo. Red Bull no está enfrentando los mismos problemas que Mercedes.
Mercedes y las escuderías más afectadas con el tema de los rebotes necesitan elevar la altura de los autos para atender el problema.
“El rebote que tenemos en este momento no es agradable, y creo que no es correcto, pero algunos equipos lo están manejando mejor que otros”, dijo el neerlandés en entrevista.