Un enfrentamiento entre El Hijo del Santo y Fuerza Guerrera ha sido uno de los más ansiados entre los fanáticos a la lucha libre mexicana y si no se ha dado, no es por desinterés, al menos de una de las partes, sino por cuestiones de dinero.
Fuerza Guerrera ha mantenido una fuerte rivalidad con el hijo del ‘Enmascarado de Plata’ durante años y aunque en algunas ocasiones han acordado enfrentarse, incluso debajo del cuadrilátero y sin cobrar, ‘El Líder’ asegura que su colega lo ha dejado esperando.
“El Hijo del Santo me dio su palabra que un día nos vamos a encerrar él y yo en un gimnasio, sin público y sin dinero de por medio, que el que salga caminando será el ganador. Se lo propuse, él me dio la mano en público y nomás no se anima. No es más que ‘El Pellejitos de Plata’”, dijo en entrevista para El Blog de la Lucha.
Además de burlarse de la edad de su colega, Fuerza Guerrera reveló la sustanciosa cantidad que El Hijo del Santo cobra por pelea, pues advirtió a los promotores de lucha libre que si quieren una lucha oficial y con público entre ambos, su condición es que les paguen lo mismo.
“Si ustedes me quieren contratar para que luche con El Santo, me tienen que pagar los 100 0 150 mil pesos que cobra El Hijo del Santo, cumplirme las mismas exigencias que pone el señor y que me paguen por adelantado como él exige”, afirmó el luchador rudo.
El sitio BTM Wrestling ya había revelado también hace unas semanas que El Hijo del Santo cobra al menos 100 mil pesos por una pelea de 15 minutos. Y es que al enmascarado, de casi 60 años de edad, además de favorecerla el nombre y legado de su padre, es uno de los luchadores de agencia libre, por lo que puede elegir pelear con la Triple A o con el Consejo Mundial de Lucha Libre.
Octagón también pide mucho dinero
Pero El Hijo del Santo no es el único que ‘huye’ de Fuerza Guerrera, según este, pues también Octagón, otro histórico del pancracio mexicano, pone como pretexto el dinero para no continuar con su rivalidad entre los encordados.
“Octagón siempre se ha escondido, pide muchísimo dinero por su máscara, cifras impagables que le sirven para escudarse en ´Sí quiero apostarla, pero no me pagan lo que pido’. Si esa lucha de máscara contra Octagón o contra El Hijo del Santo no se ha dado, no es por mí”.