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GP de México: ¿Cuándo comenzó la ‘fiebre’ mexicana por el automovilismo deportivo y la F1?

Las primeras carreras de autos en México se realizaron a principios del siglo XX y la afición al deporte motor creció durante la presidencia de López Mateos.

GP México (FOTO: Cuartoscuro)

La ‘fiebre’ por el automovilismo deportivo en México quizá está en su punto máximo gracias al piloto Sergio ‘Checo’ Pérez en la Fórmula 1, pero el origen de la pasión por el deporte motor se remonta décadas atrás, incluso mucho antes de la aparición de los hermanos Rodríguez.

‘Checo’ Pérez y los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez son los pilotos mexicanos más famosos, pero la historia del automovilismo deportivo mexicano es más que el Gran Premio de México y la F1 y comenzó en realidad a principios del siglo XX.

Primeros autos y clubes deportivos

El automóvil, como medio de transporte, arribó a México a finales del siglo XIX gracias a las ideas progresistas del presidente Porfirio Díaz. Las familias Limantour y De Teresa fueron las primeras en importar autos en 1896. Como el auto era un símbolo de modernidad, otras familias adineradas también adquirieron sus primeros vehículos motores.

En 1902, los señores Pablo Escandón, Julio M. Limantour, Manuel Buch y Ramón Corona invitaron a todos los poseedores de autos a una reunión para formar el primer club automovilista en la Ciudad de México y promover el automovilismo como deporte. Un año después, nació el Automóvil Club de México en un edificio dentro del Bosque de Chapultepec.

Primeras carreras de automovilismo en México

Con el paso del tiempo, surgieron en los primeros años del siglo XX más clubes de automovilismo en México entre familias acaudaladas y grupos de poder como el Club Automovilista de Guadalajara, el Club Mexicano de Turismo y la Sociedad Automovilista Mexicana.

Como varias de estas familias ricas tenían otras propiedades en poblaciones cercanas a la Ciudad de México y Guadalajara, acordaron con el gobierno la construcción de carreteras para trasladarse en su propio auto, en vez de usar el ferrocarril, según la investigación Historia de la educación física y los deportes en México, realizada en el Instituto Mora, en 2015.

En un principio, los viajes desde las ciudades capitales a las casas de la periferia eran meras excursiones, hasta que los traslados comenzaron a ser medidos en tiempo para comparar la calidad de los autos y la pericia de los conductores. Alejandro Mohler habría sido el primero en medir el tiempo recorrido de la Ciudad de México a Toluca por un coche Royal, propiedad de Tirso Sainz y conducido por el francés Henri Leroy en 1906.

La primera competencia oficial de automovilismo deportivo en México fue realizada por el Club Automovilista de Guadalajara, los días 12 y 13 de mayo de 1907, en el circuito Guadalajara-Chapala-Atequiza. El primer día compitieron pilotos profesionales y los dueños de los autos, mientras que en el segundo participaron coches “turismo” que solo podían ser conducidos por sus propietarios.

López Mateos, el Autódromo de la Mixhuca y la F1 en México

Adolfo López Mateos, presidente de México de 1958 a 1964, era un gran apasionado del automovilismo deportivo y le gustaba ver carreras tanto como ser piloto. Por ello, el mandatario mandó a transformar el basurero del Ejido de la Magdalena Mixhuca en una ciudad deportiva que albergaría en su interior un autódromo profesional, inaugurado en diciembre de 1959.

Pasaron tres años para que el Autódromo de la Magdalena Mixhuca recibiera la primera carrera de Fórmula 1, en 1962. Aunque el primer Gran Premio de México fue de exhibición y no repartió puntos para el campeonato, despertó gran interés en el país, principalmente por la participación de los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez, quienes ya figuraban a nivel internacional.

De 1962 a 1970 se realizaron nueve Grandes Premios de México de Fórmula 1 -los cuales coincidieron con la época conocida en el país como ‘El Milagro Mexicano’ por la estabilidad política y la bonanza económica- y además de López Mateos, surgieron más aficionados al deporte motor. Sin embargo, el país perdió la F1 por la invasión de gente a la pista en el último GP y la presencia de un perro.

Primer regreso de la F1 a México

La F1 volvió a México en 1986, pero en condiciones muy distintas. El país aún no se recuperaba del terremoto del año anterior y la alta inflación tenía a muchos mexicanos en crisis económica. A pesar de eso, el GP de México se realizó hasta 1992.

Durante esos seis años, los aficionados pudieron ver en el renombrado Autódromo Hermanos Rodríguez a grandes pilotos como Ayrton Senna, Alain Prost, Nigel Mansell, Mika Hakkinen y Michael Schumacher. La F1 se ausentó de México luego de que en el GP de 1992, el regente del Distrito Federal, Manuel Camacho Solís, argumentó que los motores de los autos eran altamente contaminantes.

‘Checo’ Pérez y el ‘boom’ de la F1 en México

Además de los hermanos Rodríguez, hubo otros destacados pilotos en F1 como Moisés Solana y Héctor Alonso Rebaque. También, ha habido otras grandes pilotos en diferentes categorías del automovilismo.

En los 90 el mexicano más destacado fue Adrián Fernández en las series CART e IndyCar. En las primeras décadas de este siglo otros grandes pilotos que pusieron la mira de los mexicanos en el automovilismo fueron Guillermo Rojas, Michel Jourdain, Mario Domínguez, Salvador Durán, Luis ‘Chapulín Díaz y Ricardo González.

Mientras todos ellos competían en diferentes categorías del automovilismo, el tapatío Sergio ‘Checo’ Pérez también se abría camino en la Fórmula BMW, la Fórmula 3 y la GP2 Series. En 2011 llegó a la F1 con Sauber y se convirtió en el quinto mexicano en la máxima categoría y el primero en tres décadas. Su presencia en F1, además del regreso del Gran Premio de México, en 2015, han generado una nueva ‘fiebre’ por el automovilismo.

Pero la máxima categoría no es la única competencia de afición en México, ya que además de la Nascar, la IndyCar y los campeonatos de resistencia, en el país se han realizado varios campeonatos de rally, de Fórmula E, turismo y hasta de tractocamiones, lo que refleja que los mexicanos son grandes apasionados del deporte motor.

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