Estamos a días de una nueva edición del Super Bowl que definirá a los campeones de la NFL en 2023, por lo que los jugadores reciben el ansiado trofeo Vince Lombardi además de unos anillos que se entregan al equipo completo.
El State Farm Stadium de Arizona será testigo del enfrentamiento entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles el próximo domingo 12 de febrero y la encargada de presentarse en el medio tiempo será la cantante Rihanna en su regreso a los escenarios.
Aunque hoy es común escuchar de estos anillos, no siempre fue así. Actualmente es Tom Brady, quien anunció su retiro a los 45 años (luego de 23 temporadas), quien cuenta con el récord en la historia del deporte con un total de 7.
El origen de los anillos del Super Bowl
Esta tradición no surge del futbol americano sino que es adoptada de las Grandes Ligas del béisbol, que los otorgaron a los ganadores de la MLB desde 1922, cuando los Giants derrotaron a los Yankees en la Serie Mundial.
Cuando aún existían dos ligas -la National Football League (NFL) y la American Football League (AFL)-, en la década de los cincuenta, es que se reporta que se entregaron los primeros.
Cuando se fusionaron a la actual NFL y nació el nombre del Super Bowl, siguieron ofreciéndolos. El primer equipo en conseguirlo fueron los Green Bay Packers, quienes vencieron en 1967 justamente a Kansas City Chiefs.
La fabricación de los anillos del Super Bowl
Aunque los han fabricado compañías como Tiffany & Co. y Balfour, es Jostens quien tiene la mayor cantidad de creaciones desde su nacimiento como un negocio de reparación de relojes en Minnesota.
Se mandan a hacer aproximadamente 150 piezas para ser repartidas tanto a dueños como a todos los miembros de la franquicia. Es complicado calcular un valor económico de cada anillo ya que depende del diseño (incluso cantidad de diamantes), así como la inversión de la plantilla campeona, quienes lo pagan junto a un aporte de la NFL.