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Bill Shankly, el cincel que moldeó al Liverpool

Bill Shankly puso las bases para que el equipo inglés se transformara de un club que estaba en segunda divisióna uno de los más laureados en Europa.

E n las inmediaciones de Anfield –el estadio del Liverpool– se encuentra la estatua de un hombre con una sonrisa tímida, con los brazos levantados y los puños cerrados en señal de victoria. La escultura es un homenaje a Bill Shankly, un piloto amante del whisky y el entrenador que más partidos dirigió a los Reds (783).

Nació el 2 de septiembre de 1913 en Glenbuck, Escocia, una localidad ubicada a 52 kilómetros al sur de Glasgow. Fue uno de 10 hijos que tuvieron el sastre John Shankly y la ama de casa Barbara Blyth. La familia tenía el futbol en las venas. Bob –su tío– jugó para el Rangers, mientras que sus hermanos Alec, Jimmy y John lo hicieron para el Air United, Sheffield United y Blackpool, respectivamente. Bob –otro de sus hermanos– fue entrenador del Dundee escocés.

Shankly sólo estudió hasta la secundaria. Cuando cumplió 14 consiguió un empleo en la mina de carbón de la ciudad. De lunes a viernes pasaba sus jornadas con pico y pala, mientras que los fines de semana se ponía los tacos para jugar con el Glenbuck Cherrypickers, un equipo amateur en el que jugaba con cuatro de sus hermanos.

Su vida cambió cuando cumplió 19. Unos visores del Carlisle United –entonces de la Tercera División inglesa– lo detectaron y lo convencieron para que fichara por el club. Se desempeñaba como extremo derecho. Era rápido y fuerte. Esas cualidades llamaron la atención del Preston North End, que lo firmó para el verano de 1933 y con el que disputó 297 encuentros y anotó 13 goles.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 interrumpió su carrera. Ese mismo año fue reclutado como piloto por la Fuerza Aérea Británica y aprovechó sus tiempos libres para boxear y jugar algunos partidos amistosos de futbol, según relató en Shankly: Mi historia, su autobiografía. En el otoño de 1946, la Liga inglesa reinició sus actividades y el escocés regresó con su club, con el que sólo jugó tres temporadas más antes de retirarse.

Días después del anuncio asumió como entrenador del Carlisle. Posteriormente fichó por el Grimsby Town (1951), Workington (1954), Huddersfield Town (1956), y finalmente en el verano de 1959 firmó con el Liverpool, que entonces militaba en la Segunda División.

Shankly revolucionó el equipo. Exigió que el club cambiara su short y calcetas blancas por rojas para causar –según él– respeto y temor en los rivales. Posteriormente designó que el cuarto de madera en el que se guardaban los zapatos de futbol se convirtiera en la sala en la que él, Bob Paisley y Joe Fagan –sus asistentes– se dedicaran a planear, con botellas de whisky sobre la mesa, la estrategia para los partidos. La tradición del Boot Room –como lo apodó Shankly– la utilizó cada entrenador del Liverpool hasta 1998.

Las reformas dieron resultados casi inmediatos. En la temporada 1961-62–su segunda al frente del equipo– consiguió el ascenso a la Primera División. En su campaña de debut en el máximo circuito ganó el primero de sus tres títulos de Liga. En total, con la oncena ganó 11 campeonatos, aunque sólo uno internacional (la Copa de la UEFA, hoy Europa League, en 1972-73). El escocés nunca olvidó su pasado.

Cuando le preguntaban si sentía presionado por un partido importante daba una negativa. "Presión es bajar cada día a la mina. Presión es tratar de escapar de la zona de descenso cobrando 50 monedas a la semana. Presión no es la Copa de Europa; a eso se le llama recompensa".

Shankly tuvo récord de ocho victorias, cuatro empates y cuatro derrotas en la hoy llamada Liga de Campeones. Uno de los descalabros que más se le quedó grabado y del que más aprendió –según contó en su autobiografía– fue la derrota 5-1 en el juego de ida de los octavos de final ante el Ajax, que lideraba un joven Johan Cruyff, de 19 años. Quedó impresionado por su juego ofensivo y el toque a ras de césped, que era muy diferente al juego aéreo inglés.

Se retiró en 1974 y el Liverpool nombró a Paisley –su asistente– como su nuevo técnico. Los Reds se convirtieron en un gigante de Europa bajo sus órdenes. En su segunda temporada en el banquillo ganó la Champions (ante el Borussia Mönchengladbach) y posteriormente dos más, la última de ellas en 1981, el mismo año en el que Shankly falleció por un paro cardiaco.

Cuatro años después de su fallecimiento, Fagan –su otro asistente-tomó la dirección técnica del club y llevó al Liverpool a ganar la cuarta Orejona de su historia en la temporada 1983-84, precisamente ante la Roma, su rival de esta tarde en el juego de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones.

La estatua de Shankly en las afueras de Anfield tiene grabada la frase: "Él hizo feliz a la gente y es que el escocés inició la leyenda del Liverpool en Europa". El club está cerca de iniciar el camino en Kiev.

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