Dos caminos que la NFL debe elegir si se unen o se bifurcan. El desafío es mantener la espectacularidad del futbol americano, pero con énfasis en la protección de la integridad de los jugadores.
Así, la temporada 2018 comenzará con una de las implementaciones más controvertidas en los últimos años: la llamada regla del casco.
Desde el arranque de la pretemporada, los oficiales comenzaron a aplicar la nueva disposición que dice que "un jugador será penalizado con 15 yardas y puede sufrir una expulsión potencial en cualquier momento que baje la cabeza para iniciar y hacer contacto con su casco contra el oponente. Aplicará para tacleadores, acarreadores de balón y jugadores de la línea ofensiva, y tomará el lugar de una regla anterior que limitaba el castigo al contacto con la corona del casco".
Mientras la medida ha generado críticas de los propios jugadores y un amplio sector de los aficionados, la Liga parece preocupada por el crecimiento del número de ex jugadores con padecimientos relacionados a la ETC (Encefalopatía Traumática Crónica), quienes en los dos últimos años le ganaron demandas por 500 millones de dólares.
Durante la reunión de los dueños realizada en marzo pasado, en la que se decidió la resolución, tuvo un peso importante una presentación de la oficina de salud y seguridad estadounidense, en la que se mostró que la postura con el casco bajo era un factor clave en la causa de las conmociones y lesiones de la espina dorsal.
Durante la temporada 2017 se registraron 291 conmociones, un récord histórico, y el cual tuvo como un doloroso punto climático la lesión de columna vertebral sufrida por el linebacker de los Acereros de Pittsburgh, Ryan Shazier, en una jugada que aplicaría para la nueva regla.
Sin embargo, la decisión empezó realmente a ser cuestionada en septiembre, ya con la pretemporada en marcha y en la fue palpable la dificultad de su aplicación, pues los jugadores -para evitar ser sancionados- tendrán que básicamente modificar una técnica que se aprende desde las categorías infantiles.
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“No existe la ‘forma de ajustar’ la manera en la que uno taclea. Incluso en una forma de tacleo perfecta, el cuerpo es guiado por la cabeza. La regla es idiota y debe desaparecer inmediatamente”
Estrellas defensivas como Richard Sherman o Josh Norman confesaron no tener claro qué pasará en las jugadas en las que sean incapaces de evitar el contacto inminente con el casco al taclear con el hombro o los brazos. Incluso se filtró información que hay oficiales que también preguntaron si se esperaba que marcaran como castigo cualquier acción con el casco, sin importar la gravedad del impacto.
El 22 de agosto, el Comité de Competencia de la Liga tuvo que emitir una aclaración en la que, pese a los trascendidos, aclaró que la controversial regla no iba a ser modificada por el momento.
"El comité revisó los comentarios recibidos de jugadores, coaches y oficiales del juego. El comité resolvió que no habrá cambios a la regla aprobada por los equipos, la cual incluye no usar repeticiones instantáneas adicionales. El comité también determinó que contacto incidental con el casco y/o máscara no será castigado", compartió la NFL.
Y aunque la decisión está tomada, falta lo más importante: ver las consecuencias que tendrá en el desarrollo de los partidos para un deporte que por décadas tuvo como uno de sus estandartes, precisamente, la dureza de las tacleadas.