Si hay un país que sabe fabricar sus épicas deportivas es Estados Unidos. Baste un vistazo a su Selección femenil.
Cuatro Copas del Mundo y cuatro oros olímpicos son el resultado de un principio básico que los norteamericanos conocen bien: el impulso al deporte colegial.
Si una niña quiere ingresar a la George Washington University y no es hija de algún millonario, tendrá que recurrir a préstamos privados o federales. Matricularse ahí le costará hasta 50 mil dólares al año. Según Times Higher Education, en ningún país es tan caro estudiar la universidad como en EU. Incluso las estatales cobran colegiaturas. Pero hay otra opción si no se quiere recurrir al crédito: inscribirse al equipo de futbol de la institución y obtener una beca.
Así funciona el sistema deportivo estadounidense: si practicas un deporte, en algún momento obtendrás alguna bonificación.
La organización AGM Education estima que actualmente existen mil 557 universidades en EU que tienen equipos de futbol femenil. Cada uno de ellos recluta 27 jugadoras de entre 18 y 23 años, lo cual indica que hay hasta 38 mil niñas jugando futbol en competencias universitarias en todo el país.
El espectro crece exponencialmente si se toman en cuenta las chicas de las high schools, las ligas barriales y los torneos privados. La FIFA calcula que el 50 por ciento de las 30.1 millones de jugadoras censadas en el mundo son estadounidenses.
"Ese extensísimo semillero de jugadoras que practican futbol desde la escuela permite darle continuidad a las generaciones", observa Patricio Bidault, experto en futbol femenil y colaborador de Nexos y El Buen Toque. "En EU, el deporte de las niñas es el soccer.
"Por eso cuando llegan a la universidad lo hacen con un gran nivel, porque llevan 10 años jugando; eso no sucede en Europa, donde las niñas juegan en las academias de los clubes, no en los colegios".
Legalmente, la situación también está cubierta. En EU, mujeres y hombres cuentan con las mismas oportunidades en el deporte gracias a una ley federal de 1972 llamada Title IX, la cual obliga a las universidades a dar las mismas condiciones al deporte masculino y femenino. Es así como el deporte femenil cuenta con el mismo presupuesto, instalaciones y número de becas que el masculino.
La delantera de la Selección Alex Morgan es egresada de la Universidad de Berkeley, donde jugó para el equipo femenil y después fue llevada a través de un draft a la National Women's Soccer League.
Es el mismo sistema del que se vale la NBA o la NFL, donde los entrenadores colegiales ganan casi lo mismo que los coaches de las franquicias profesionales.
EXTIENDEN SU REINADO
Lo hicieron de nuevo. Con esa sangre fría que las caracteriza, las estadounidenses pulverizaron ayer a Holanda en la final del Mundial Femenil de Francia 2019.
Un penal de la capitana y siempre eficaz Megan Rapinoe (61') y otro zurdazo desde fuera del área, de Rose Lavelle, (69') pusieron el 2-0, una brecha triunfal que no fue mayor gracias a la portera Sari van Veenendaal, que cubrió el arco holandés con gallardía.
Si algo distingue a esta Selección es la paciencia con la que estudian al rival, captan sus debilidades, lo acorralan y, finalmente, dan el golpe letal con jugadas inteligentes. Hábiles y contudentes, las norteamericanas se coronaron en Lyon con su cuarta Copa del Mundo —la segunda de manera consecutiva— y celebraron como nunca.
Alex Morgan, siempre polémica, bailó un perreo en los vestidores —el video se ha hecho viral—, al tiempo que Rapinoe gritaba eufórica por su Bota y su Balón de Oro.
"Felicidades, América está orgullosa de ustedes", tuiteó Donald Trump. De invitarlas a Washington, Rapinoe ya ha adelantado que no irá "a la jodida Casa Blanca".
Récord con el balón
4 Mundiales de la FIFA
China 1991
EU 1999
Canadá 2015
Francia 2019
4 Juegos Olímpicos
Atlanta 1996
Atenas 2004
Beijing 2008
Londres 2012