Perder con Alemania, vencer a Corea y empatar con Suecia. Aritmética simple y el mejor de los escenarios presupuestados para que México lograra el pase a octavos de final antes de su debut en Rusia.
Pero el equipo de Juan Carlos Osorio reescribió la operación al vencer al campeón del mundo y, sin embargo, no cambió el resultado.
BALANCE A FAVOR
México sólo ha perdido dos veces el tercer partido de la fase de grupos desde 1994.
- ESTADOS UNIDOS 1994
Italia 1 vs México 1
- FRANCIA 1998
Holanda 2 vs México 2
- COREA/JAPÓN 2002
Italia 1 vs México 1
- ALEMANIA 2006
Portugal 2 vs México 1
- SUDÁFRICA 2010
Uruguay 1 vs México 0
- BRASIL 2014
Croacia 1 vs México 3
Un empate este miércoles ante Suecia dejaría a la Selección en el primer lugar del Grupo F sin importar lo que suceda en el choque entre Corea del Sur y Alemania. Una victoria, también. Pero una derrota abre muchas variables que cancelarían una ecuación casi perfecta.
México, históricamente acostumbrado a ocupar el papel del derrotado en encuentros clave, llega hoy a la Arena Ekaterimburgo con el rol de protagonista, no sólo de su sector, sino del Mundial mismo.
En el balance histórico, los suecos llevan ventaja con balance de cuatro triunfos, tres empates y dos derrotas en nueve enfrentamientos, sólo uno de ellos oficial, aquel en su debut en la Copa del Mundo de 1958 donde, como anfitriones, golearon 3-0 a los mexicanos, que apenas en esa edición pudieron sumar un punto (con un posterior empate 1-1 ante Gales).
El zar que no ha sabido abdicar
El Profe Osorio sorprendió en Rusia con planteamientos simples en la táctica y en el posicionamiento de los jugadores: sin experimentos, ha colocado a los futbolistas en donde mejor se desempeñan.
Pero su admiración por los mexicanos, en especial por Rafael Márquez, le ha ablandado el corazón para dar minutos al defensa, que en su quinto Mundial ha sido sobrepasado por un futbol para el que ya no tiene piernas.
A cerca de tres kilómetros del estadio donde se gestará uno de los más grandes o lamentables momentos para el futbol nacional, la Iglesia sobre la Sangre, en Ekaterimburgo, conmemora el lugar donde el último zar de Rusia, Nicolás II, fue asesinado con su familia.
Que hoy, la ciudad colindante con la cordillera de los Urales no se convierta también en el sitio de despedida del Kaiser mexicano.