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Tenis Nike de alta tecnología pasan la prueba para Juegos Olímpicos, pero...

World Athletics emitió algunas restricciones nuevas en la construcción de calzado, y dijo que investigaría más para ver si se necesita más parámetros.

Los tenis para correr de alta tecnología de Nike serán permitidas en competiciones como los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo, de acuerdo con una decisión histórica del órgano rector internacional de atletismo.

No obstante, dijo World Athletics este viernes, hay "evidencia suficiente para expresar preocupación porque la integridad del deporte podría verse amenazada por los recientes desarrollos en la tecnología del calzado".

El órgano emitió algunas restricciones nuevas en la construcción de calzado y dijo que investigaría más para ver si se necesita más parámetros.

Las dos nuevas pautas principales son: los zapatos no pueden tener más de una placa de fibra de carbono, y la altura de la suela no puede exceder los 40 milímetros. Todos los zapatos Vaporfly de Nike actualmente disponibles al público satisfacen ambos criterios. No está claro si los prototipos como los usados recientemente por el maratonista de élite, Eliud Kipchoge, también serían permitidos bajo las nuevas reglas.

"No es nuestro trabajo regular todo el mercado de calzado deportivo, pero es nuestro deber preservar la integridad de la competencia de élite asegurando que los zapatos que usan los atletas no ofrezcan ninguna ayuda o ventaja injusta", dijo el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, en un comunicado.

"Al entrar en el año olímpico, no creemos que podamos descartar los zapatos que generalmente han estado disponibles por un periodo considerable, pero podemos marcar una línea prohibiendo el uso de zapatos que van más allá de lo que está actualmente en el mercado mientras investigamos más".

Críticas

El fallo es al menos una bendición a corto plazo para Nike y sus atletas profesionales. Desde el debut de la primera zapatilla Vaporfly en 2017, la tecnología ha atraído críticas y debate en la comunidad de corredores. Con espuma gruesa, un antepié empinado y una placa de fibra de carbono dentro de la suela, las zapatillas prometen aumentar la eficiencia, y por lo tanto la velocidad, en al menos 4 por ciento. En el transcurso de una maratón de 2 horas y 10 minutos, esa es una diferencia de más de cinco minutos.

El año pasado, cuando el corredor keniano Kipchoge se convirtió en la primera persona en correr 42 kilómetros en menos de dos horas –no es un tiempo oficial, pero es una barrera que algunos creían imposible–, llevaba el último prototipo del zapato.

Los tenis Nike, que se venden al público por 250 dólares, también se hicieron populares entre los corredores aficionados serios. Las líneas de partida en los maratones de todo el país están salpicadas de los colores naranja neón, verde y rosa de los modelos Vaporfly de Nike.

Los zapatos usados por Kipchoge aún no están a la venta al público y no está claro si serán permitidos en los Juegos Olímpicos, ya que Nike no ha dado las especificaciones de las zapatillas. Tampoco está claro cómo el fallo podría afectar a otras compañías que están cerca de lanzar sus propios zapatos similares.

El éxito de los corredores con esos zapatos Nike presionó a los profesionales para que firmen con la gigante de la ropa deportiva con sede en Beaverton, Oregon. También presionó a las pequeñas empresas de calzado para que crearan zapatillas con propiedades similares.

Poco impacto

Los analistas no esperan que la aprobación haga una gran diferencia en los resultados de la firma. "Nike no ha hecho muchos de estos zapatos", dijo Matt Powell, asesor para la industria deportiva de NPD Group, antes de que se anunciara la decisión. "El impacto será mínimo".

Un movimiento de este tipo por parte de World Athletics, anteriormente la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, no carece de precedentes.

Hace aproximadamente una década, Speedo International, presentó un traje de baño de cuerpo completo que cambió radicalmente la natación competitiva. Más de 100 récords mundiales se rompieron en el traje de Speedo o similares, lo que llevó a algunos a compararlo con el dopaje. La Federación Internacional de Natación, el órgano rector de la natación, votó abrumadoramente en 2009 para prohibir los trajes de alta tecnología, imponiendo restricciones sobre los materiales y la cantidad del cuerpo que podrían cubrir.

Durante décadas, World Athletics ha sido intencionalmente impreciso sobre cuál calzado es permitido y cuál no. Las pautas del órgano directivo solo decían que los zapatos "no deben ser construidos para darles a los atletas una ayuda o ventaja injusta". Más tarde agregó que los zapatos deben estar "razonablemente disponibles" para el público.

Frente a la controversia sobre los zapatos Vaporfly, el Comité Técnico de World Athletics formó un grupo de trabajo el año pasado para ayudar a aclarar las reglas. El grupo, que incluía atletas, científicos y expertos en ética, buscó un punto medio entre la innovación y la equidad.

Nike no es la única compañía de zapatillas que podría verse afectada. A raíz del éxito de Vaporfly, varias otras compañías han lanzado zapatos con propiedades similares. Hoka, de Deckers Outdoor, lanzó su propia zapatilla de fibra de carbono de 180 dólares en mayo pasado. Brooks, de Berkshire Hathaway, está planeando una zapatilla para correr de élite de 250 dólares; Saucony ha estado trabajando en una por más de dos años.

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