El Banco de México (Banxico) advirtió que en el sistema financiero en el país persisten riesgos que podrían intensificarse y afectar su buen funcionamiento, esto a pesar de que ha mostrado resiliencia a más de un año del inicio de la pandemia.
Estos son los riesgos que ve el Banco Central:
- Condiciones financieras globales más restrictivas y volátiles por un aumento mayor a lo anticipado en las tasas de interés y en la inflación en algunas economías avanzadas
Las medidas extraordinarias que han tomado un número importante de bancos centrales y otras autoridades para mitigar los efectos de la pandemia han contribuido a que las condiciones financieras en las principales economías avanzadas se mantengan laxas a pesar de las mayores tasas de interés.
No obstante, el Banxico señala que un aumento mayor al previsto de la inflación podría generar retos para el sistema financiero global, pues algunos países podrían retirar anticipadamente sus estímulos monetarios generando mayor volatilidad en los mercados financieros.
Un apretamiento prematuro o desordenado de las condiciones financieras incrementaría, a su vez, los costos de financiamiento de empresas, hogares y gobiernos, afectando la incipiente recuperación económica.
-Una recuperación de la economía global con mayor heterogeneidad entre sectores y países en el mediano plazo
Las perspectivas para la actividad económica global han mejorado y el balance de riesgos para el crecimiento se encuentra más balanceado. Sin embargo, estas perspectivas continúan sujetas a una elevada incertidumbre asociada, principalmente, a la evolución de la pandemia.
Entre ellos el avance en el desarrollo y aplicación de las vacunas contra COVID; las diferencias en el ritmo de recuperación tanto entre países como entre sectores; efectos más duraderos de la pandemia, como un incremento en el número de quiebras de empresas, histéresis en el mercado laboral, así como mayores afectaciones en las fuentes de ingreso de los hogares, empresas y gobiernos.
Además de estos, Banxico menciona los riesgos relacionados con las tensiones comerciales y el impacto del cambio climático y la degradación ambiental en la economía y en el sistema financiero.
- Debilidad prolongada de la demanda interna
El consumo, si bien continuó recuperándose moderadamente, aún se ubica por debajo del nivel previo a la pandemia. Por su parte, la inversión, y sus componentes, han exhibido una gradual reactivación, aunque también permanecen por debajo de los niveles previos a la pandemia.
La debilidad de la demanda interna podría traducirse en mayores riesgos macrofinancieros para el país, tales como un bajo crecimiento económico, que a su vez pudiera repercutir en la recaudación fiscal, el perfil de deuda del país, y en los flujos de capitales hacia México.
Lo anterior podría generar un incremento en las primas de riesgo país, encareciendo los costos de financiamiento tanto para entidades relacionadas con el sector público, como para empresas privadas que operan en el país. Además, en una situación de prolongada debilidad de la demanda agregada interna, los riesgos crediticios de los bancos y otros intermediarios financieros podrían aumentar, ante la reducción en las fuentes de ingresos de hogares, empresas y del sector público.
-Reducciones en la calificación crediticia soberana y de Pemex
El Banco Central señala que las principales agencias calificadoras reafirmaron sus calificaciones y perspectivas para la deuda soberana; por lo que el riesgo de ajustes en dichas calificaciones en el corto plazo se ha atenuado. Sin embargo, dado que dos de las principales calificadoras mantuvieron la perspectiva de la calificación en negativa, podría dar lugar a revisiones a la baja en los próximos 12 meses tanto para el soberano como para la petrolera.
Los factores de mediano plazo que son fuente de incertidumbre y que podrían aumentar el riesgo de ajustes adicionales en las calificaciones de México y Pemex, según las principales calificadoras, son el riesgo de que la postura económica y fiscal se deteriore debido a la continua incertidumbre relacionada con la dirección de la política pública; una gobernanza relativamente débil; un crecimiento bajo a largo plazo; una base tributaria no petrolera relativamente baja, y los riesgos provenientes de Pemex, que podrían empeorar la evaluación del soberano en vista de sus pasivos contingentes.
Moody’s mantiene la perspectiva del sector financiero de México en negativa
La calificadora señala estos riesgos:
-La actividad económica en México tardará más de dos años en -niveles pandémicos, presionados por la debilidad de la demanda interna que se verá parcialmente mitigada por un ritmo más rápido de recuperación de la economía estadounidense.
-Los retrasos en la implementación de las vacunas se suman a los riesgos a la baja, ya que los bancos siguen siendo reacios al riesgo y se necesita extender el alivio a los clientes. Sin embargo, dijo que la sólida liquidez y el financiamiento de depósitos básicos siguen siendo las fortalezas crediticias clave de los bancos mexicanos.
-El repunte del PIB sigue a una profunda contracción y ayuda a estabilizar el entorno operativo, pero persisten las incertidumbres.
-La incertidumbre en torno a las políticas gubernamentales frena la confianza empresarial y las perspectivas de inversión, lo que afectará las expectativas de crecimiento económico a medio plazo.
-No está claro qué tan rápido mejorarán las condiciones del mercado laboral de México, luego de un aumento en el desempleo y un cambio hacia la informalidad.
-La aplicación desigual de las reformas estructurales, con una reversión de facto de la reforma del sector energético, también está limitando las perspectivas de crecimiento.
-La agencia dijo que espera un aumento moderado de aproximadamente 50 puntos básicos en la morosidad hasta fines de 2021 desde la base del 2.7 por ciento de los préstamos brutos a enero de 2021.
-La capacidad y disposición del gobierno para apoyar a los bancos se está deteriorando. Las medidas del Banco Central y los reguladores bancarios durante la pandemia se centraron en la liquidez, el financiamiento y la indulgencia de provisiones, pero el Gobierno no ofreció garantías extraordinarias sobre préstamos a los segmentos más afectados, incluidas las Pymes.
-Las garantías tradicionales otorgadas por los bancos de desarrollo cayeron 0.45 por ciento interanual hasta septiembre de 2020. Evaluamos que la capacidad del gobierno para respaldar a los bancos está disminuyendo debido a los desafíos económicos y la necesidad de contener el pasivo contingente derivado de Petróleos Mexicanos.